Nacida en el sector Gualey, de una familia con profundos valores cristianos, Hurdia Bonilla es la vicerrectora de la Universidad Adventista Dominicana y como responsable al frente de una entidad de educación superior, es precursora del liderazgo femenino en las instituciones. “La mujer asume sus funciones de liderazgo sin olvidar su esencia, la que es definida en gran medida por los múltiples roles que enfrenta desde sus años más tiernos, en una sociedad que le asigna responsabilidades dentro de la casa, de cuidado y resolución de problemas que la hacen más sensible a las necesidades de los demás.” Expresó.

Para la vicerrectora académica, la equidad de género genera y fomenta oportunidades de que se reconozcan los méritos de todos sin distinción. “En el contexto dominicano y latinoamericano, la mujer ha escalado espacios importantes, pero todavía no es valorada en su justa medida, por eso vemos que en ocasiones el hombre ocupa lugares que pertenecen a mujeres que tienen mayores capacidades y que les toca brillar detrás de la cortina, o hacer brillar a otro que por su género ocupa ese lugar y no por sus competencias. Que se promueva la equidad no solo es tema de justicia, es la vía para el desarrollo real y óptimo de las empresas y como consecuencia de la sociedad.”

Desde la alta casa de estudios, es testigo de la cantidad de mujeres que acceden y egresan, de las que están como docentes y asumen con responsabilidad y eficiencia la dirección de sus departamentos, lo que evidencia que las mujeres están más que preparadas para asumir posiciones de liderazgo.

Lamenta que no exista igualdad de oportunidades laborales, aunque reconoce que se ha logrado mucho y destaca el papel de la educación para alcanzarla “La escuela dominicana y la universidad deben asumir la principalía en el desarrollo integral de los estudiantes dominicanos, proveer la oportunidad de desarrollar destrezas en tecnología para aplicar dichos conocimientos a las empresas o a sus propios emprendimientos.”

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“De tener las oportunidades, la mujer puede ocupar muchos de los puestos que han sido entregados a los hombres solo por su género.” 

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Acepta que el liderazgo conlleva sacrificio. “Siempre que se asume puesto de liderazgo, se asumen responsabilidades y esto implica sacrificio en el plano personal, alcanzar el balance es de gran importancia, pero siempre representa un gran desafío.”

Identifica la existencia de barreras culturales.”La idiosincrasia del dominicano asume que el “jefe” es hombre y que las mujeres son seguidoras, hace que todavía nos sorprendamos cuando una mujer está a la cabeza de procesos e instituciones.También la falta de oportunidades de formación especializada, aunque en este sentido se ha mejorado, como muestran las estadísticas de mujeres que cursan carreras en nuestras universidades.”

En el ejercicio del liderazgo ve necesaria la confianza, tanto poseerla como saber transmitirla e influir positivamente en las personas. “En el ámbito de la innovación, es vital que el líder esté confiado al enfrentar los retos que se presenten, para abocarse a crear espacios y nuevas formas de hacer las cosas.”

Describe a la mujer como una líder innata “Ella es capaz de asumir roles de principalía desde sus tiernos años. De tener las oportunidades, la mujer puede ocupar muchos de los puestos que han sido entregados a los hombres solo por su género.”

El éxito lo define como la capacidad de cumplir con excelencia el propósito para el cual se vive, examinar cada día como se puede ser mejor que ayer y prepararse para enfrentar los retos del mañana. “He aprendido a ver la mano de Dios obrando en cada uno de mis pasos, he podido escalar y entiendo que ha sido fruto de estar dispuesta a hacer algo más de lo que meramente me correspondía”

Para la vicerrectora, es un gran privilegio contribuir desde su función, a otros tantos que tal vez por su historia, posibilidades, o el sector en el que nacieron, proyectaban un futuro poco halagüeño, y poder verlos ahora cumplir sus sueños a través de la educación superior, es motivo de gran alegría.