Un enfoque antifrágil, enriquecedor y satisfactorio refleja su compromiso con empoderar a otros, mientras enfrenta desafíos personales y profesionales

Miriam Grimal es cofundadora de BTCa Latam y @unalunaalavez, además de ser conferencista internacional y coach especializada en apoyar a padres enfrentando un diagnóstico de autismo. Con una trayectoria marcada por su dedicación y pasión, Grimal se ha convertido en una voz crucial para muchas familias.

Grimal inicia cada día con un propósito claro y profundo: "aliviar el dolor y acortarle los tiempos de respuesta a padres pasando por un diagnóstico de autismo". Su misión es empoderar a los padres, demostrando que un diagnóstico no es un pronóstico, y proporcionando las herramientas necesarias para que los niños alcancen su máximo potencial. "Sueño con ser la guía que nunca tuve hace 15 años atrás", afirma, subrayando su compromiso personal y profesional.

Su experiencia como líder la describe con tres palabras: antifrágil, enriquecedora y satisfactoria. La antifragilidad, según Grimal, significa aprender y crecer a partir de las caídas. "Para ser líder en el mundo del autismo, primero tuve que no solo caerme, sino más bien aprender antes de levantarme para no volver a caer", explica. Este enfoque resiliente le ha permitido reconstruirse con cada desafío.

Grimal encuentra su liderazgo profundamente enriquecedor debido al impacto positivo que tiene en los demás. "No hay nada que me llene más que servirle a otra persona. Cuando transmito mi experiencia, mi dolor y mi éxito, logro darle esa mano amiga a alguien que lo necesite". Esta reciprocidad, donde al ayudar a otros también se ayuda a sí misma, eleva su alma y refuerza su propósito.

La satisfacción en su rol de líder viene del reconocimiento y la unión de otros que comparten su misión. "Satisfacción siento cuando alguien me ve como líder porque por mucho tiempo fui un salmón solo en contra de la corriente, pero con el tiempo más y más salmones se unieron y aunque aún nademos en contra de la corriente, el camino es mucho más fácil". Este reconocimiento y apoyo colectivo le brindan fortaleza y validación en su camino.

El mayor desafío para Grimal no radica en su condición de mujer, sino en su rol como madre dentro del ámbito médico. "Mi mayor desafío no es porque soy mujer dentro de mi empresa, es porque soy una madre dentro de un mundo médico que me da un pronóstico inaceptable para mi hija". Frente a esto, se educa constantemente, leyendo, estudiando y comunicando sus hallazgos, impulsando a su hija cada día más. Su determinación y fe en el progreso de su hija la mantienen firme y segura de que está en el camino correcto.

Para las nuevas generaciones de mujeres, Grimal tiene un mensaje poderoso: "Cuiden sus cuerpos, y estudien mucho sobre el microbioma y el efecto que tiene en futuros embarazos". Además, subraya que "un diagnóstico no es un pronóstico" aplica no solo en el autismo sino en cualquier adversidad. La perspectiva y la actitud que se adopten son cruciales para determinar cómo se vivirá cada experiencia. "Si algo te está pasando en este momento, solo tú puedes decidir desde qué perspectiva lo vas a ver para decidir cómo lo vas a vivir. Tú decides el pronóstico de tu vida".