IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Somos fundamentales para desarrollo de empresas, organizaciones de sociedad civil, instituciones educativas, familias y países porque nuestra visión trae evolución

Uno de los grandes valores que aporto a diversas empresas es que su cultura pueda ser diseñada, decidida e implementada con la intensidad correcta para la organización. Siempre existe la cultura, la pregunta que nos conviene hacer es ¿en mi empresa vivimos la mejor cultura que podemos?

 

Oriana Herrera es la Cofundadora y Asesora Cultural de GROW, una agencia de cultura organizacional que nació en 2017 y tiene como propósito evolucionar las dinámicas de cómo se trabaja en Latinoamérica. Desde GROW Oriana y su equipo acompañan a las empresas a forjar sus culturas para impulsar su crecimiento, a través del diseño de la filosofía de las empresas y que la misma se convierta en la cultura de esta con innovadoras prácticas. 

 

En su rol actual de consultora de cultura organizacional ha logrado varios casos de éxito liderando un equipo que han impactado positivamente a empresas y sus personas. Sin embargo, esas responsabilidades también le han mostrado la realidad del sector en cuanto a la equidad de género en el mundo empresarial.

 

“En mis últimos 4 años y medio como asesora en México he tenido 75 clientes (empresas u organizaciones). De los 75, solo 20 han tenido como CEO o directoras a mujeres. Es decir, el 74% de mis clientes son hombres”, reflexiona.

 

Asimismo, comenta que de los aspectos que más me gusta de ser asesora de cultura es poder trabajar con el C-Level de diversas organizaciones, para que juntos puedan poner el foco en lo más importante que tienen: sus personas. 

 

“Lo mejor de mi rol son las conversaciones profundas con CEOs, el entender como un sueño se ha transformado en una empresa y que podamos plantear cómo transmitirlo a toda la organización”, afirma esta comunicóloga de origen venezolano.

 

También ha asesorado a organizaciones en Venezuela, Panamá, Chile y España. Además, se ha desempeñado como tallerista y speaker para diferentes instituciones y causas. Ha sido mentora en Startup Chile y actualmente lo es para Collective Academy. Curadora 2020-2021 de Global Shapers CDMX, iniciativa del Foro Económico Mundial.

 

Por lo que conversamos con Herrera para saber sus impresiones del liderazgo femenino, y esos aprendizajes que le han dejado sus catorce años de experiencia en el área de las comunicaciones, cultura e identidad para diferentes instituciones.

 

 

¿Qué es una mujer líder? ¿Por qué el liderazgo femenino tiene un efecto transformador?

Una mujer líder es aquella que se atreve a estar en posiciones de poder y liderazgo, incluso cuando no son espacios liderados históricamente por nosotras. Cuando llegamos a posiciones en donde no solemos estar, estamos ejerciendo un doble liderazgo: el liderazgo presente, desde la empresa, sector público, comunidad u organización que representamos; y un liderazgo más profundo, ese que llegó para abrir camino a las niñas y jóvenes que vienen.

 

Necesitamos a más mujeres siendo CEOs o estando en trenes directivos de empresas. Necesitamos a más mujeres liderando iniciativas STEM. Necesitamos a más mujeres rompiendo esquemas en la industria de la música. Necesitamos más presidentas en el mundo.

 

¿Cuál es el peor estereotipo al que ha tenido que hacer frente como consultora empresarial en el sector del Capital Humano?

Una vez un empresario me dijo: “Yo puedo darles un golpe a mis empleados, siempre que ese golpe venga con un buen cheque en la mano”. Para mí esta metáfora, que habla de la explotación a costa de todo de colaboradoras y colaboradores en Latinoamérica, es de los peores estereotipos de lo que se espera de un empleado.

 

Todavía hay muchas empresas y empresarios que creen que basta con un buen sueldo. Aunque éste es importantísimo, se queda corto ante las demandas del talento actual. Las personas queremos sentir que pertenecemos a lugares con impacto, que nuestro rol contribuye a un propósito mayor, queremos saber que podemos crecer, que tenemos autonomía en nuestras áreas y que nuestras voces son escuchadas.

 

¿Cuál considera que es esa misión única e irrepetible, que solo usted puede hacer con sus clientes?

Uno de los grandes valores que aporto a diversas empresas es que su cultura pueda ser diseñada, decidida e implementada con la intensidad correcta para la organización. Siempre existe la cultura, la pregunta que nos conviene hacer es ¿en mi empresa vivimos la mejor cultura que podemos? Alinear la visión de las personas líderes, y generar actividades y comunicaciones que ayuden a vivir esa cultura es prioritario para las empresas que ponen a sus personas primero.

 

En mis últimos 5 años de experiencia he trabajado con más de 70 empresas de diversas industrias, tamaños y países. Y todas tienen elementos en común: encontrar sus propósitos les da dirección; trabajar en diseñar la experiencia de sus colaboradores, desde que ingresan hasta que salen, les aporta un espacio para trabajar auténtico y al que las personas sienten que pertenecen; desarrollar habilidades esenciales como inteligencia emocional, pensamiento crítico o construcción de confianza, ayuda a que sean un equipo de alto rendimiento.

 

Ya sea descubriendo el propósito de empresas, diseñando rituales o acompañando en el aprendizaje de habilidades esenciales, vivo mi propósito personal y profesional que, soy una afortunada, están conectados.

 

¿Cómo las mujeres en espacios de toma de decisiones pueden crear un impacto positivo?

Podemos crear un impacto positivo demostrando con confianza que somos buenas en lo que hacemos. El síndrome de la impostora se puede manifestar cuando nos toca tomar decisiones difíciles, pero si estamos en esa posición y si queremos acceder a más posiciones de poder debemos trabajar en nuestra autoconfianza.

 

¿Se ha encontrado con algún indicio en el avance hacia la igualdad de género que indique que vamos en la buena dirección?

Sí, que cada día haya más mujeres en posiciones de poder es una muestra de ello. Nunca antes en la historia ha habido tantas mujeres presidiendo países, decidiendo sobre sus cuerpos o teniendo tanta independencia económica. Sin embargo, aún falta mucho camino por recorrer. Veamos algunos datos actuales al respecto:

 

Según la ONU, necesitamos 130 años para lograr la igualdad de género en el liderazgo de los países a nivel mundial.

 

Según ONU Mujeres, las mujeres dedican entre 2 y 10 veces más tiempo diario a las labores de cuidado no remuneradas (como es la atención de hijos, hijas, personas mayores o enfermas).

 

Según la UNESCO, solo el 35% de estudiantes en carreras STEM son mujeres.

 

Según un estudio de McKinsey & Company, en México solo 8 de cada 100 altos directivos son mujeres.

 

Esto nos indica que, aunque vamos por buen camino, falta mucho para lograr la igualdad de género en nuestra sociedad.

 

 

¿Cuál es el mejor consejo profesional que ha recibido y de quién vino?

Cuando venía a México con 28 años y siendo ésta mi segunda migración, un amigo me dijo: háblales a tus clientes de tú a tú. Tutéalos, no les hables de usted y mucho menos si son hombres. Ellos necesitan ver que estás a su nivel y que tu opinión es tan importante como la de cualquier persona que está en esa mesa.

 

No se me va a olvidar ese consejo, porque hasta el día de hoy lo aplico. A esto le puse yo mi impronta: siempre los veo a los ojos, cuando no estoy de acuerdo con algo lo digo y si siento que no me están escuchando me detengo hasta que me presten atención.

 

¿Por qué el liderazgo femenino es fundamental para el desarrollo de las sociedades hoy día?

Las mujeres representamos la mitad de la población mundial y por demasiados años hemos estado educadas para atender labores de cuidado y hogar. Ya llegó el momento de estar en posiciones de poder. Se ha demostrado que la diversidad trae innovación a las organizaciones: se desarrollan mejores productos o servicios; se encuentran mejores formas de crear procesos; y hay más y mejores cuestionamientos al interior de las organizaciones.

 

Somos fundamentales para el desarrollo de empresas, organizaciones de la sociedad civil, instituciones educativas, familias y países porque nuestras ideas y voces importan y porque nuestra visión trae evolución.

 

¿Cuáles crees que son los obstáculos más relevantes con los que se puede encontrar una mujer que aspira a una posición de liderazgo?

Me atrevería a decir que la doble carga de trabajo y lo que se espera de nosotras que no se espera de igual manera de un hombre. De la mujer se espera excelencia en su trabajo y que, además, atienda las labores del hogar. Tenemos una doble carga, que no es repartida equitativamente con la pareja y que demanda tiempo, esfuerzo e, incluso, carga mental.

 

Además, está el estereotipo que aún debemos cumplir. Nosotras tenemos exigencias físicas impuestas que el hombre no las tiene, se espera que actuemos de forma amable y dedicada y cuando somos directas, decididas o fuertes no se nos mide de la misma forma que a nuestras contrapartes hombre.