Liderazgo en firmas de abogados
El liderazgo en firmas de abogados no es muy distinto al liderazgo que se espera y debe ejercerse en otras empresas. Sin embargo, posee matices que lo distinguen, basados principalmente en el tipo de servicio que se ofrece, las expectativas de los clientes y el perfil de los profesionales que conforman el despacho.
El servicio legal está vinculado directamente al patrimonio de un individuo o una empresa, sea porque sirve de catalizador de una inversión, de una reclamación, de un financiamiento, de una adquisición o de una organización patrimonial. Se encuentra sujeto a altos estándares éticos y de cumplimiento, exigidos por la ley, los clientes o la normativa que regula profesión. De ahí que el líder debe transmitir seguridad y confianza, además de ser muy meticuloso y construir esta aptitud y cultura en el equipo.
Tanto los líderes de las áreas de práctica como los de la firma, deben conocer no solamente la ley, sino también la industria de su cliente, los elementos que en el ecosistema normativo o económico pueden afectarles. Esto requiere apertura, flexibilidad, interés, observación, estudio y análisis. Este acervo que se adquiere debe ser transmitido mediante coaching o mentoring a los abogados más juniors, cuestión de que el servicio que la firma ofrece, alcance y mantenga un estándar que le permita destacarse de otras. Este coaching es parte del tipo de liderazgo, pues modela al abogado y genera, en el caso de los profesionales de las generaciones millenials y los Z que se incorporan, un estímulo por el aprendizaje y experiencias que asimilan y viven, entender la utilidad de lo que hacen, entender que son agentes de soluciones y de cambio y llenarse con la satisfacción de la obtención de los resultados.
Por ser el derecho inherente a la sociedad, el abogado es abogado las 24 horas del día. No se despoja de tal calidad por no estar atendiendo un asunto de un cliente. Esto implica que el concepto de “balance” entre trabajo y vida personal, se convierte en “integración”, lo cual requerirá del líder el conocimiento de los objetivos profesionales y personales de cada uno de los miembros del equipo. Esa otra cara del mentoring y coaching que traspasa lo profesional, requiere de comprensión de la visión propia de todas las generaciones que coexisten en la firma, que en muchos casos puede ser distinta a la aprendida por el líder. Esta diversidad en el equipo es una fortaleza que los líderes deben saber dirigir y aprovechar, pues genera la creatividad e integralidad en el tratamiento de los asuntos manejados por los profesionales de la firma.
Resulta que este último aspecto es donde se encuentra el mayor reto, que es el desarrollo y mantenimiento de la cultura de la firma, que debe ser homogéneo, al igual que la calidad del servicio, basado en la diversidad de creencias, visiones y background individual de sus miembros.