Las mujeres somos más holísticas, más gregarias y más perceptivas

Mariana Valdés Riveroll lleva 18 años trabajando con Save The Children  México y afirma que ha sido una expriencia de crecimiento y satisfacción. “He enfrentado todo tipo de retos, como abrir oficinas en ciudades en donde no operaba Save the Children, negociar con sindicatos de maestros para convencerlos de poner a la niñez primero antes de intereses gremiales, tener que cerrar programas por falta de financiamiento, coordinar campañas de procuración de fondos muy exitosas, lograr que grandes empresas se sumen al trabajo por la niñez, y muchas más experiencias.  

Casi dos décadas trabajando por los niños y niñas de México le han traido grandes aprendizajes: “el primero es que yo tengo que estar bien (fisica y emocionalmente) para poder dar lo mejor de mí misma en todo momento; el segundo ha sido que, cuidar, acompañar a mi equipo y delegar es fundamental para lograr resultados mayores; y, por último, que hay que tener una actitud positiva, hacer las cosas con pasión y ser resiliente cuando las cosas no salen como esperábamos”.

Estudió Derecho en el ITAM, realizó maestría en la Universidad de Cornell y de Georgetown e inició su trayecto en el sector social en 1998. Es hoy la directora de Alianzas Estratégicas a nivel nacional, llevando las relaciones con grandes empresas, donantes mayores y otros actores que contribuyen financieramente a los objetivos de la organización.

Mariana cree que las mujeres son más holísticas, más gregarias y más perceptivas, y esto fomenta la creación de equipos interdisciplinarios que se comprometan con una causa y que permanezcan el el tiempo para lograrlo.  

En términos de sostenibilidad, considera que hay un gran desafío por vencer: “la sostenibilidad no es siempre rentable a corto plazo, y como la mayoría de las empresas buscan resultados económicos inmediatos, pueden no querer invertir ni el tiempo ni recursos para lograrla”.

Según su experiencia, para que una niña en condiciones vulnerables logre vencer la brecha de género, primero que nada ella tiene que creer en ella misma. Y esto sólo es posible si la niña recibe la información y/o tiene la vivencia que genere una transformación interior en ella. “Por eso el trabajo de Save the Children para promover la igualdad de género es fundamental; a través de talleres lúdico-vivenciales logra que las niñas tengan esta vivencia y puedan tomar decisiones que las lleven a ir venciendo la brecha de género. Son miles de decisiones que una niña debe de tomar durante toda su infancia, adolescencia y juventud para lograr vencer la brecha de género”, concluye.