IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Ecuador se abre paso al emprendimiento a través de la educación financiera

Tanto las instituciones gubernamentales como aquellas sin fines de lucro respaldan a los nuevos negocios.

 

Actualmente, el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) señala que el Ecuador tiene una tasa de actividad emprendedora temprana (TEA) del 53%, siendo la más alta de los países de ingresos medios de la región, con una participación de 53,5% hombres y 46,5% mujeres, en el desarrollo de nuevos negocios.

Debido al surgimiento de esta nueva cultura que llegó para quedarse, también ha surgido la necesidad de educar financieramente a los ecuatorianos, de hecho, Superintendencia de Bancos del país, exige a toda institución financiera ofrecer conocimientos de esta índole a los distintos grupos objetivo de su accionar, así como a la comunidad en donde interactúan.

Según explica Gary Flor García, presidente de la Corporación Ecuatoriana de Formación Profesional Compartida (CEFORCOM), ese estatuto gubernamental ha sido clave, debido que muchas familias quiebran sus hogares desde el punto de vista financiero o no tienen en el futuro una buena salud financiera porque no saben administrar de una manera adecuada sus ingresos y no conocen la forma de priorizar sus gastos.

Gary Flor se ha enfocado en promover el fortalecimiento de este tipo de proyectos en el Ecuador para iniciar el desarrollo de una cultura emprendedora en el país. Su práctica profesional ha estado vinculada a la docencia universitaria en varios centros de educación superior ecuatorianos, enseñando asignaturas como elaboración de proyectos, planes de negocios, creación de empresas, planificación estratégica, estudios de mercado, entre otras. De igual manera, realizando consultorías en temas de desarrollo empresarial para gremios empresariales, e instituciones públicas y de la cooperación internacional.

 

¿Cuál considera usted que es la importancia de la educación financiera?

La educación financiera ayuda a las familias para que no gasten más dinero de aquel que ganan mensualmente y para que no asuman deudas que no sean necesarias o que solamente fueron hechas para cumplir algunos deseos.

De igual manera, se incentiva el ahorro, como un elemento fundamental para conseguir en el futuro esa tan añorada salud financiera en nuestros hogares, unida a la posibilidad de adquirir préstamos en el sistema financiero nacional, con el fin de lograr el cumplimiento de nuestros objetivos personales o familiares.

Actualmente, las instituciones financieras ecuatorianas brindan educación financiera desde sus propios sitios web o de manera presencial a través de talleres dirigidos a niños de escuelas, jóvenes de colegios y universidades, trabajadores de empresas, empleados de instituciones públicas, micro y pequeños y medianos empresarios, entre otros beneficiarios.

 

¿Cuál es el estatus del emprendedor ecuatoriano, en cuanto a oportunidades de inversión, apoyo gubernamental, respaldo legal y comportamiento de mercado?

El emprendedor ecuatoriano ha tenido que vivir y desarrollar su actividad soportando crisis políticas y sociales que lo han hecho madurar, entendiendo que sus negocios no pueden ser de corto plazo.

Han comprendido que deben prepararse continuamente para mejorar sus conocimientos y habilidades, que les permitan actuar en mercados cada vez más competitivos y dinámicos. Han entendido que solamente la innovación y la creatividad en sus productos y procesos los mantendrá con vida en el mercado, en donde el diferencial de precios es mínimo y en donde manda la calidad de los productos y servicios.

De otro lado, existe una nueva normativa específica (Ley del Emprendimiento), expedida en el año 2020 y reglamentada en el 2021, a través de la cual se promueve a nivel nacional una estructura macro que soporta el desarrollo del emprendimiento, pero que no ha logrado territorializar las iniciativas, ni generar otro tipo de normas a nivel local. Es preciso recalcar que existe una favorable valoración social del emprendedor, aunque es disímil con la valoración de la empresa, con una cultura enfocada al emprendimiento por necesidad y no al emprendimiento por oportunidad.

 

¿Puede mencionar casos exitosos de cultura emprendedora en el país?

Un indicador de la cultura emprendedora en el país es manejado por el AEI Index, de la Agencia de Emprendimiento e Innovación (AEI), que incluye información referente a las normas sociales comúnmente aceptadas en relación con el emprendimiento. Este indicador incluye 5 elementos: la propensión a emprender, tolerancia al riesgo, estatus social del emprendedor, expectativa de crecimiento del emprendimiento y redes.

El Ecuador alcanzó un puntaje en este indicador de 35,2 el cual está muy por debajo de Colombia 59,1 y Chile 57,8.  A pesar que el país tiene una alta tasa de creación de negocios, los mismos se crean fundamentalmente por necesidad y no por oportunidad, con muy pocas experiencias positivas de trabajo en redes o en programas de asociatividad empresarial.

Sin embargo, podemos resaltar a la comunidad indígena de Otavalo, en el norte del país, quienes desde épocas inmemoriales se han dedicado a actividades comerciales, viajando por todo el mundo llevando sus productos artesanales y difundiendo su cultura, procesos que se van transmitiendo de padres a hijos.

De igual manera, el proyecto “Salinerito” en el sur del país, ubicado en la Comunidad de Salinas de Guaranda es un ejemplo de asociatividad empresarial, en donde existen muy bajos niveles de desempleo, en razón que la mayoría de su población se dedica a la producción y exportación de algunos productos como quesos, chocolates, alimentos deshidratados, entre otros.

 

¿Cuáles son las perspectivas económicas para Ecuador en este 2022?

El Ecuador ha mantenido los últimos 15 años una situación favorable y un comportamiento estable de los principales indicadores económicos. Así por ejemplo, la inflación ha sido mínima (no llegó al 2% en 2021), tomando en cuenta que somos un país dolarizado y los niveles de empleo, subempleo y desempleo han respondido a problemas estructurales de la economía.

De acuerdo a las proyecciones del Banco Central del Ecuador, el producto interno bruto (PIB) crecerá a una tasa anual de 2,55% durante el 2022, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) esta tasa sería del 2,8%, entre otros factores por la recuperación de las inversiones privadas, el mayor volumen de exportaciones y el incremento del consumo de hogares.

El aporte de las administraciones públicas al crecimiento será mínimo, toda vez que el modelo de desarrollo del nuevo gobierno se basa en una mayor presencia del sector privado en las actividades económicas.

En cuanto a las finanzas públicas, el 2021 cerró con el déficit fiscal más bajo de la última década, debido a la subida del precio del petróleo y al incremento de la recaudación tributaria, elementos que se espera se mantengan en el 2022.

El FMI señaló que el nivel de actividad económica del país no está siendo suficientemente aprovechado, razón por la cual, el gobierno actual ha manifestado su firme intención de promover acuerdos comerciales y abrir la economía (más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador), para reactivar la inversión extranjera y el empleo, manteniendo la coherencia con las políticas internas de crecimiento y la reducción del excesivo tamaño del Estado, entre otras medidas importantes a implementar en el 2022.

 

Económicamente, ¿cuál es la posición de Ecuador respecto a otras naciones de Latinoamérica?

De acuerdo a proyecciones señaladas por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), la economía ecuatoriana tendrá una tasa de crecimiento del 2,6% en el 2022, lo que resultaría insuficiente para el desarrollo de la producción y las necesidades de generación de empleo para la población, siendo una tasa de crecimiento muy similar en comparación con otros países latinoamericanos, que en promedio crecerán 2,1%.

Ecuador ha mantenido un escaso proceso de obtención de inversión extranjera directa, en los últimos 10 años ha tenido un promedio anual de 500 millones de dólares, en comparación de sus vecinos Colombia y Perú, que han llegado a montos entre 10 y 15 mil millones de dólares. Si analizamos el Índice de Condiciones Sistémicas del Emprendimiento Dinámico (ICSED), elaborado por el Prodem de Argentina, vemos que el Ecuador ocupa el puesto 39 de una muestra de 40 países del mundo, siendo Chile el mejor ubicado de América Latina en el puesto 21, seguido de Brasil, Uruguay, México y Argentina, ocupando los últimos lugares Panamá, República Dominicana, Perú, Ecuador y Guatemala.

Tras 20 años de trayectoria en el país, ¿cómo evalúa la Corporación Ecuatoriana de Formación Profesional Compartida el desarrollo empresarial en el país?

La Corporación Ecuatoriana de Formación Profesional Compartida (CEFORCOM) nació en el año 2001 con el apoyo de la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico (SWISSCONTACT) con el objetivo de dar sostenibilidad a los proyectos de formación profesional dual que habían sido implementados en el país desde el año 1994, los mismos que fueron diseñados en base de acuerdos estratégicos entre centros de formación públicos y privados y los gremios empresariales interesados en disponer de mano de obra calificada, en base a sus necesidades específicas.

En estos 20 años hemos sido testigos del enorme esfuerzo que significa hacer empresa en Ecuador, con mucha inestabilidad democrática a inicios del siglo, continuas reformas tributarias, inseguridad jurídica gestada desde la misma órbita de gobiernos de corte progresista, que han denostado a la actividad privada empresarial, en beneficio de una mayor presencia del sector público en la economía.

Sin embargo, a pesar de este escenario adverso, todos los días, hombres y mujeres ecuatorianas están creando empresas, para satisfacer las necesidades y requerimientos de sus clientes en los mercados, para generar divisas y empleo digno para su población, aportando con sus inversiones al desarrollo económico del país, razón por la cual, en las actuales circunstancias se debería revalorizar el rol social del empresario, como un ente importante que permite repartir la riqueza entre los habitantes y que genera recursos para el Estado, en la figura de los impuestos que entrega al declarar los beneficios por la gestión de sus empresas.