El crecimiento de la inversión extranjera en la República Dominicana La inversión en zonas francas
Luego de haber pasado más de 1 año desde los primeros casos a nivel mundial, y que ocasionaron el cierre mundial de fronteras, mercados, negocios, y comercio; muchos inversionistas han estado buscando y analizando las diferentes opciones para recuperar pérdidas o como muchos decimos, encontrar el nuevo camino. Y esto por el cambio en los paradigmas de producción a nivel mundial y la búsqueda de nuevos horizontes post Covid-19 para generar la oferta y demanda de productos y servicios, ya que aquellos que han sabido modificar sus estructuras o ubicarse en diferentes países para su producción, han logrado la subsistencia o aumentado sus beneficios. De hecho existen empresas que han transformado su producción, modificando los productos que fabricaban, logrando beneficios con números considerables, llegando en algunos casos a duplicar o triplicar los beneficios en comparación al año 2019.
La producción de bienes y la oferta de servicios, son categorías importantes en el desarrollo mundial y es así como hay muchas empresas reunidas constantemente para encontrar las opciones que permitan retomar las operaciones y la producción, y sobre todo maximizar los beneficios luego de la inversión.
En el año 2020 ha quedado demostrado como la República Dominicana ofrece uno de los programas más interesantes para la producción a gran escala con vocación de venta a nivel mundial, así como una estructura de producción y logística que aún en tiempos de pandemia, es exitosa y a la vez la envidia de muchos países.
La producción bajo el régimen de zonas francas en la República Dominicana ofrece una pronta recuperación de las empresas sobre todo en la producción a gran escala de bienes y servicios (siempre bajo las categorías permitidas) bajo una estructura con beneficios y exenciones para la producción, y que trae consigo una maximización de beneficios si pensamos en el costo de la inversión versus los ingresos que se pueden generar.
El régimen de zonas francas está regulado por la ley 8-90 sobre el Fomento de Zonas Francas y bajo el control del HYPERLINK Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE). Dicha ley promueve la instalación de empresas que fabrican productos u ofrecen servicios hacia el mercado externo, facilitando dicho procesos con la concesión de diversos incentivos.
¿Cuáles son los incentivos que ofrece la regulación a las zonas francas?
Los incentivos están establecidos en el artículo 24, de la Ley 8-90. Las operadoras de zonas francas y las empresas establecidas dentro de ellas, están protegidas bajo el régimen aduanero y fiscal y en consecuencia reciben el 100% de exención sobre los siguientes pagos:
Del pago del impuesto sobre la renta establecido por la Ley No.5911, del 22 de mayo del 1962 y sus modificaciones, referentes a las Compañías por Acciones.
Del pago de impuestos sobre la construcción, los contratos de préstamos y sobre el registro y traspaso de bienes inmuebles a partir de la constitución de la operadora de zona franca correspondiente.
Del pago de impuestos sobre la constitución de sociedades comerciales o de aumento del capital de las mismas.
Del pago de impuestos municipales creados que puedan afectar estas actividades.
De todos los impuestos de importación, arancel, derechos aduanales y demás gravámenes conexos, que afecten las materias primas, equipos, materiales de construcción, partes de edificaciones, equipos de oficina, etc., todos ellos destinados a: Construir, habilitar u operar en las zonas francas.
De todos los impuestos de exportación o reexportación existentes, excepto los que se establecen en los Acápites f) y g) del Artículo 17 de la Ley.
De impuestos de patentes, sobre activos o patrimonio, así como el impuesto de transferencia de bienes industrializados y servicios (ITBIS).
De los derechos consulares para toda importación destinada a los operadores o empresas de zonas francas.
Del pago de impuestos de importación, relativos a equipos y utensilios necesarios para la instalación y operación de comedores económicos, servicios de salud, asistencia médica, guardería infantil, de entretención o, amenidades y cualquier otro equipo que propenda al bienestar de la clase trabajadora.
Del pago de impuestos de importación de los equipos de transporte que sean vehículos de carga, colectores de basura, microbuses, minibuses para el transporte de empleados y trabajadores hacia y desde los centros de trabajo previa aprobación, en cada caso del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación. Estos vehículos no serán transferibles por lo menos durante cinco (5) años.
Salvo excepciones, las operaciones de empresas de zonas francas deben realizarse dentro de Parques de Zonas Francas autorizados. Existen tres tipos de parques industriales: públicos, privados y mixtos:
(a) los parques públicos son manejados por una institución gubernamental, el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (ProIndustria), (b) los parques privados son manejados por compañías o grupos privados y (c) los mixtos son manejados por organizaciones sin fines de lucro.
La República Dominicana permite el acceso de crédito y financiamiento local, tanto para individuos como empresas extranjeras para operaciones a compañías de zonas francas, sujeto a regulaciones de la junta monetaria.
Es pertinente señalar que las empresas establecidas bajo el Régimen de Zonas Francas no están sujetas a restricciones de cambio de moneda extranjera. Excepto por el reporte mensual de gastos de operación, las empresas de zonas francas no tienen ninguna obligación de remitir o dar cuentas de las ganancias de la compañía.
La operación de empresas de zonas francas puede ser a través de sociedades locales o mediante el registro de sociedades extranjeras. Dentro de las posibilidades legales en cuanto a estructuras societarias, están permitidos los procesos corporativos como las fusiones y escisiones, los aumentos y reducciones del capital suscrito y pagado de las entidades y la disolución y liquidación de las sociedades comerciales.
Los rubros en cuanto a la producción de zonas francas en la República Dominicana es muy diversificada destacando las empresas que se dedican a la manufactura de productos y dispositivos médicos y farmacéuticos, y que han encontrado en estos momentos una necesidad de operación a gran escala para la exportación mundial y el abastecimiento en el mercado local, de igual forma la manufactura de textiles y prendas de vestir, productos y componentes eléctricos y electrónicos, cigarros y productos de tabaco, calzados y joyería. También se destacan las empresas que se dedican al procesamiento de data, diseño de software y servicios que se ofrecen a través de centros de llamadas o “call centers” o zonas francas de servicios.
La realidad sobre los beneficios de invertir en zonas francas y las oportunidades de operación de esta categoría quedan respaldadas por los indicadores respecto de la inversión. En la actualidad la República Dominicana cuenta con alrededor de 74 parques de zonas francas y más de 600 empresas en operación, más de 170,000 puestos de trabajo, entre otros. De estos números más del 70% representa inversión extranjera en el país, denotando la confianza en la estructura de negocios que presenta el país para la producción de bienes y oferta de servicios a nivel mundial.
República Dominicana ha cuidado la estructura de zonas francas, sobre todo gracias al trabajo del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), el Ministerio de Industria y Comercio y MiPymes (MICM), la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y el Ministerio de Hacienda. En tal sentido, hemos podido ver como en el 2020 y en la actualidad, la operación de zonas francas en la República Dominicana no ha parado (en muchos casos) y en otros está retomando las operaciones, siempre bajo la supervisión del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE) especialmente en la revisión de los protocolos de operación, seguridad y salud para prevención de COVID-19.
Es tanto el valor y la importancia de esta forma de inversión, que en el año 2020 se aprobaron 42 empresas nuevas para instalarse como zonas francas, con proyección de empleos por más de 4,000 empleos directos, así como la aprobación en el último año de 8 nuevos parques, así como la expansión de muchos existentes. De estos números, es preciso señalar que el 70% representa inversión extranjera directa y dentro del 30% restante, existe un 65% de inversión extranjera indirecta. Esto demuestra la confianza de la inversión extranjera en las estructuras de zonas francas, por los beneficios para la producción, pero también por la seguridad jurídica que la República Dominicana presenta.
Y esto queda apoyado por las intenciones del gobierno dominicano. Tanto así que el presidente Luis Abinader y su equipo tienen la intención de recuperar los parques de zonas francas administrados por el Estado que no estaban operando o se encontraban abandonados.
Distinto a otros países, la República Dominicana permite la producción a escala bajo estándares de calidad y seguridad acorde a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud y las buenas prácticas sanitarias. De igual forma, la República Dominicana cuenta con mano de obra especializada en diferentes rubros de producción u oferta de servicios lo cual permite a los inversionistas iniciar sus operaciones con una estructura que recibirá exoneraciones y de igual forma la posibilidad de contar con una mano de obra especializada dentro del mismo país, lo que aporta un beneficio extra a dichas inversiones.
A nivel mundial podemos ver como existen muchas empresas que han visto limitada la posibilidad de reiniciar operaciones en sus países de operación por diversas índoles, por lo que pensar en la República Dominicana como opción para retomar la producción, es encontrar la oportunidad de recuperar tanto la producción a un costo menor, como aumentar las posibilidades de beneficios, esto debido a las exenciones de impuestos que recibe dicha inversión así como la posibilidad de ofrecer los productos en todo el mundo, dada su ubicación geográfica y la excelente estructura logística que existe en la República Dominicana, que la sitúa dentro de las más desarrolladas en Latinoamérica y por qué no del mundo.