Mujeres Factor de Éxito

La industria marítima enfoca su atención en el retorno de Trump y en la cercanía del Año Nuevo Lunar

Al parecer la primera dificultad del año de la industria marítima está siendo sorteada con limpieza, luego que finalmente los operadores portuarios de la Costa Este y del Golfo de Estados Unidos agrupados en la USMX (United States Maritime Alliance) alcanzaran un acuerdo con los estibadores de la ILA (International Longshoremen's Association).

Si bien, el acuerdo planteará algunas barreras al proceso de la automatización de las operaciones portuarias e implicará mayores costos operativos, por lo pronto evita un trastorno mayor a la industria marítimo-portuaria que ya, prácticamente, asumía como inevitable la paralización de más de 45.000 trabajadores portuarios.

El ascenso de Trump

Pero como se sabe, el sector marítimo- portuario es dinámico y los analistas constantemente deben pasar de un punto a otro en la búsqueda de posibles disrupciones. Así, esta semana será la víspera del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, quien a partir del 20 de enero comenzará a dar forma a la nueva política arancelaria de Estados Unidos.

Se espera que Trump buque gravar con un 25% de aumentos arancelarios las importaciones desde Canadá y México, con el objeto de frenar la inmigración ilegal y detener el tráfico de drogas. En cuanto a China, el mandatario electo aseguró haber mantenido numerosas negociaciones con el gobierno de China sobre “las enormes cantidades de drogas, en particular fentanilo”, cuyos componentes llegan a Estados Unidos supuestamente desde el país asiático, “pero sin ningún resultado”, por lo que espera concretar el aumento del 10% de los aranceles.

La raíz geopolítica

Por supuesto, estas medidas se inscriben dentro del esquema de Guerra Comercial que ya Donal Trump impulsó durante su primer mandato y cuyo objetivo final, de acuerdo con diversos análisis, es frenar el avance de la influencia de China en la economía global. El recuerdo de lo ocurrido en la pandemia que demostró la debilidad y la excesiva dependencia de las cadenas de suministro estadounidenses del país asiático aún está latente y se tomó la agenda política como un asunto de seguridad nacional. Por ello, se espera que las medidas en torno a este enfrentamiento continúen afectado el comercio internacional, rompiendo la tendencia hacia una globalización para dar forma a una economía fragmentada, compuesta por distintos bloques.

En este mismo contexto, algunos análisis de la prensa norteamericana sitúan las sorpresivas amenazas de Trump de reclamar el regreso del control del Canal de Panamá a Estados Unidos.  El mandatario acusó el aumento de la influencia China en la vía interoceánica, donde, a través de sus compañías, gestiona la operación de dos puertos. Pero esta advertencia/amenaza se dio en paralelo al deseo de Trump de comprar a Dinamarca la isla de Groenlandia. ¿Qué tiene que ver esto?

Esto último tiene dos aspectos de importancia. El primero es la riqueza de la isla en yacimientos de tierras raras, materiales que reúnen un conjunto de elementos metálicos claves para el desarrollo de la industria electrónica y que son empleados en artículos como pantallas de celulares, computadoras, televisores, chips, baterías, lentes de cámaras, LEDs, y fibra óptica. Es importante destacar que actualmente China alberga casi la mitad de las reservas de tierras raras del mundo. En segundo lugar, el derretimiento del hielo en Groenlandia, permitiría a EE. UU. una mayor acceso a las rutas marítimas que se abren el Ártico, donde Rusia y China ya comienzan a abrirse paso.

Algunos analistas plantean que el acceso a Groenlandia y el control del Canal de Panamá permitirían a EE. UU. situarse nuevamente como eje del comercio mundial, desafiando los avances del proyecto económico global de la Franja y la Ruta desarrollado por China.                            

La proximidad del Año Nuevo Lunar

En cualquier caso, el desarrollo de las materias anteriormente descritas es de largo aliento y, por tanto, una preocupación posterior para la industria marítimo-portuaria que por ahora tiene sus ojos puestos en el próximo 29 de enero, fecha en que comienza la celebración del Año Nuevo Lunar y que marca el fin de la temporada alta de transporte marítimo, especialmente, en lo que se refiere a transporte de carga contenerizada desde Asia a Norteamérica.

En esta oportunidad, el ansia habitual de los importadores estadounidenses de embarcar la mayor cantidad posible de bienes antes de la celebración se vio impulsada por el temor a una huelga portuaria. Esto a su vez ayudó a sostener las tarifas de fletes en lo alto. De acuerdo con el World Container Index de Drewry las tarifas de flete de Shanghái a Los Ángeles aumentaron un 13% o US$$647 a $5,476 por contenedor de 40 pies en la última semana, mientras que en la ruta de de Shanghái a Nueva York aumentaron un 10% o US$640 a US$7.085.

Si bien se ha señalado que luego del Año Nuevo Lunar las tarifas a nivel global deberían comenzar a ceder posiciones, se espera que esto no vaya más lejos de lo que permita la Crisis del Mar Rojo que sigue absorbiendo una increíble cantidad de capacidad marítima. Aunque esto tiene un doble filo ya que una resolución del conflicto implicaría un nuevo punto de inflexión para la industria marítima que debería comenzar a deshacerse de los buques excedentes.

Incendios en California

En cuanto al posible impacto de los incendios forestales en California en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, el analista de la industria marítima Lars Jensen ha expuesto que la ubicación geográfica de los puertos de contenedores está bastante lejos de las áreas de los incendios forestales y, por lo tanto, no se encuentran amenazados. Sin embargo, manifestó que “podría haber un impacto indirecto en la medida en que las carreteras interestatales clave se vean afectadas por los incendios y, a su vez, causen retrasos / desvíos a algunas de las operaciones de transporte por carretera y / o si los incendios afectan a las personas que trabajan en los puertos en la medida en que la mano de obra se ve afectada. Sin embargo, en la actualidad no hay avisos de los puertos en cuanto a que haya algún problema”.