Este 8 de marzo se conmemora un nuevo Día Internacional de la Mujer en todo el mundo, para recordar a las 128 trabajadoras que murieron en un incendio intencional exigiendo mejores condiciones laborales en 1908. Esta fecha además representa la oportunidad de visibilizar la lucha y problemáticas históricas que tienen como base la inequidad de género.

 Ante la duda de si es una fecha para celebrar o para conmemorar, aquí algunas aclaraciones:

Conmemorar implica recordar un hecho histórico importante y reflexionar sobre sus consecuencias. En este caso, conmemorar es lo más adecuado, ya que el Día de la Mujer significaría recordar las luchas y sacrificios de las mujeres que nos precedieron, así como los desafíos que aún persisten: la brecha salarial, la discriminación laboral, la violencia de género en todas sus formas, y la falta de acceso a la educación y la salud en muchas partes del mundo.

Celebrar implica alegría y festejo por los logros alcanzados. En este caso, celebrar el Día de la Mujer significaría reconocer la larga lucha por la igualdad de género y los avances que se han conseguido, como el derecho al voto, la participación en la vida política y económica, y la lucha contra la violencia machista.  Pero el 8M no es un día para festejar y entregar regalos, pues es una fecha que conmemora la lucha de las mujeres por la defensa de sus derechos humanos y recuerda a las miles de víctimas que ha dejado una estructura social que históricamente las ha vulnerado.