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Meta busca que universidades entren al metaverso: ¿cómo serían las clases en el mundo virtual?

Actualmente, ya nos hemos adaptado a las clases y al trabajo remoto, pero con las nuevas tecnologías siempre hay un nuevo horizonte por explorar.

En noviembre del año pasado, Meta anunció que estaba invirtiendo 150 millones de dólares en el proyecto “Meta Immersive Learning” (”Aprendizaje inmersivo de Meta”), en el cual se juntaría con VictoryXR, una compañía de realidad virtual de Iowa, para crear 10 metaversities (metaversidades). Hoy ya es una realidad.

Estos recintos digitales están afiliados con casas de estudios reales como la Universidad de Morehouse en Atlanta, Georgia; y el Campus Global de la Universidad de Maryland. Para este último, por ejemplo, Meta envió decenas de auriculares Quest 2, sin cargo alguno, y una selección de sus estudiantes de cursos de introducción a la biología y la astronomía los utilizarán. Planean, además, enviarlos a otras ocho instituciones más.

¿Cómo se ven las “metaversidades”?

Emma Whitford describió para Forbes cómo son estas ciudades universitarias digitales: “El campus virtual es inequívocamente un campus universitario. Los edificios de estilo georgiano con columnas blancas rodean un césped de hierba verde brillante. Un par de ánades reales se persiguen a través de un estanque en el centro. Un columpio de cuerda cuelga de un árbol y es un paseo divertido si tienes estómago para ello.”

Si bien las “metaversidades” están mayormente vacías y crean una sensación de mareo por el movimiento, la circulación dentro de estas es mediante el uso de la función ‘apuntar’ y haciendo clic para teletransportarse a una nueva ubicación al instante. Las aulas tienen bibliotecas de excursiones virtuales, donde los alumnos pueden visitar desde el Gran Cañón hasta la Gran Muralla China a través de fotografías de 360 grados. Pero también se han creado otros 100 espacios digitales animados disponibles (estos incluyen un viaje a las Islas Galápagos, un paseo por las cámaras del Senado de los EE. UU. y el Museo del Ferrocarril Subterráneo).

La privacidad de datos en el metaverso

Pero, mientras hay mucha emoción y expectativa por las posibilidades de la realidad virtual y el metaverso, existen opiniones que son un poco más escépticas. Nir Eisikovits, profesor de Filosofía y director del Centro de Ética Aplicada de la Universidad de Massachusetts de Boston, sostiene que los que manejan esta tecnología son empresas que no tienen preocupación por la información de los usuarios. “Y estamos a punto de darles, exponencialmente, más data”, resaltó para el medio de tecnología Protocol.