¿Está en riesgo el voto de las minorías?
El Congreso de Georgia -de mayoría republicana- aprobó el pasado 25 de marzo la legislación SB 202, mejor conocida como la Ley de Integridad Electoral. Sus promotores aseguran que el extenso contenido -casi 100 páginas- busca blindar los resultados electorales, evitando el fraude en las urnas y restaurando la confianza de la ciudadanía en las autoridades comiciales. Aunque las autoridades hayan descartado el mega fraude Donald Trump que tanto denunció el ex presidente Donald Trump.
Sin embargo, la perspectiva demócrata -y de varias organizaciones que defienden el derecho al voto- es diametralmente distinta: consideran que es una jugada estratégica para garantizar el control político en un estado con arraigada tradición republicana. Georgia le dio a Joe Biden victorias por partida doble: lo ayudó a llegar cómodamente a la Casa Blanca e inclinó la balanza en el Senado hacia la bancada demócrata, que cuenta con la mayoría tras el triunfo de Raphael Warnock y Jon Ossof en las elecciones especiales de enero.
El masivo voto de las minorías -negros y latinos, principalmentetiñó a Georgia de azul e hizo temblar al GOP. Y esto es fundamental para entender el contexto de la Ley SB 202, primera iniciativa relacionada con el derecho al voto que se discute y entra en vigencia apenas meses después de una elección que mantuvo en vilo al mundo entero. Georgia es uno de los estados decisivos cuando se trata de definir el mapa político de Estados Unidos. Y esta ley no será la única en el corto plazo: los republicanos en Iowa, Arizona y Texas trabajan en proyectos que, para muchos analistas, podrían frenar la ventaja política que hasta el momento mantienen los demócratas sobre el voto que proviene de la vasta diversidad demográfica urbana.
Entre otras medidas, la Ley de Integridad Electoral exige nuevos requisitos de identificación para quienes voten a distancia -modalidad que se expandió durante la pandemia. Limita los días y horarios de la votación anticipada, disminuye el número de buzones donde se pueden depositar directamente las boletas electorales y eleva a delito ofrecer agua o comida a los votantes que esperan en fila. Le otorga amplios poderes sobre las elecciones locales a
los funcionarios del estado, que ahora podrán, por ejemplo, reemplazar a quienes trabajan en los procesos locales e incluso negar certificaciones electorales en los condados.
Voces a favor
Brian Kemp
El gobernador republicano de Georgia asegura que la ley facilitará el proceso electoral al expandir el acceso al voto y agilizar los procedimientos de recuento de votos. Garantizando, por otro lado, la integridad de las elecciones y minimizando la posibilidad de fraude. Tras escuchar la postura de la Casa Blanca, dijo “es obvio que ni el presidente ni sus colaboradores leyeron la ley.”
Dentro del GOP (aunque hay voces disidentes)
El republicano Mitch McConnell, lider de la Minoría en el Senado, advirtió a las empresas que han asumido posturas en contra de la nueva ley electoral que podrían enfrentar consecuencias graves. Pese a la crisis interna que atraviesa el Partido republicano (en donde no todos apoyan la iniciativa de Georgia) voces como la del senador Ted Cruz
propusieron remover la inmunidad de la MBL en las leyes antimonopolio en respuesta a la oposición manifestada
por la organización. Legisladores republicanos locales removieron de sus despachos los productos de la Coca-Cola tras conocer la postura de la fabricante de refrescos ante la nueva ley electoral. Tan solo una muestra del boicot que desde el GOP dirigen contra las empresas críticas.
¿Quiénes se oponen?
El espectro demócrata y de los derechos civiles
El presidente Joe Biden calificó la ley de antiestadounidense y la etiquetó Jim Crow 2.0, aludiendo a la era donde rigieron leyes segregacionistas apodadas Jim Crow -personaje cómico de inicios del siglo XIX interpretado por un actor blanco con el rostro pintado de negro.
La alcaldesa de Atlanta Keisha Lance Bottoms emitió una orden ejecutiva para mitigar el impacto de la ley, aunque las acciones no tendrán efecto por tratarse de una ley estadal. Para otra figura demócrata emergente, la ex candidata a la gobernación de Georgia Stacey Abrams, se trata de un “intento deliberado por suprimir el voto minoritario”
El mismo dia en que fue sancionada la ley, tres organizaciones defensoras del voto en Georgia presentaron demandas ante los tribunales locales exigiendo su supresión. Una acción que ha ido en escalada desde entonces.
Un asunto de Grandes Ligas
Atlanta ya no será la sede del Juego de las Estrellas de la Major League Baseball. La organización decidió trasladar fuera de la ciudad el partido y el draft de esta temporada, en rechazo a la controversial ley. El comisionado de la MLB, Rob Manfred, dijo en un comunicado: «Las Grandes Ligas del Béisbol apoyan en esencia el derecho al voto de todos los estadounidenses y se oponen a las restricciones en las urnas» Una decisión que lamentó la franquicia de Los Braves de Atlanta, pero aplaudida por la Alianza de jugadores, que agrupa a más de 150 jugadores negros.
Voces corporativas en acción
Más de cien presidentes ejecutivos o líderes de alto rango de empresas como Target, Snapchat y Uber se unieron para condenar una ley que consideran niega a los ciudadanos el derecho al voto. Ed Bastian, presidente ejecutivo de Delta Airlines – que debió endurecer su tibia postura inicial por la presión de la opinión pública- explicó en un comunicado que varias de las grandes corporaciones con sede en Atlanta trabajaron de manera cercana con legisladores de ambos partidos para intentar remover los aspectos más atroces de la ley, aunque siguen considerando que el resultado es inaceptable. Delta y Coca-Cola fueron algunas de las empresas que sufrieron boicots y protestas por oponerse a la iniciativa republicana.