Ha pasado poco más de un año desde que Belén de la Cruz abrió su primer local de empanadas y repostería argentina en Johns Creek. Abrir un local siempre es desafiante. Mucho más si ocurre cuando el mundo entero literalmente colapsó con la aparición del Covid-19. El 8 de febrero de 2020 para ser exactos.

Meses después el impulso del éxito obtenido con sus deliciosas empanadas y exquisita repostería llevó a esta argentina amante de la cocina y enamorada de la cultura de su tierra, a aventurarse a abrir otro local, esta vez en Marietta. Las enseñanzas en tiempos de pandemia han sido extraordinarias, dice, reconociendo el gran apoyo que la comunidad le ha brindado durante este tiempo. Y sus sueños de hacer crecer su marca no se detienen allí. Belén de la Cruz será uno de los locales que abrirá próximamente sus puertas en el ambicioso proyecto West Side Chattahoochee The Works.

Su clientela latina crece día a día. Pero es el corazón, o el estómago en este caso, de los estadounidenses lo que más ha conquistado gracias a sus empanadas que elaborada con ingredientes importados de la propia Argentina, esmerada atención y locales con una estética meticulosamente diseñada para brindar una experiencia de coff eeshop o boutique, muy distinta a la que brindan los locales latinos en la ciudad.

Belén de la Cruz habla desde la experiencia para compartir con los emprendedores un valioso consejo: ¡Atrévanse a incursionar en el negocio que les apasione! Hay que arriesgarse, dice. Saber que el camino es difícil pero súper gratificante. Estados Unidos es un país que ofrece un extraordinario apoyo a quienes desean apostar a un negocio propio, siempre y cuando cumplas al pie de la letra con las reglas que el sistema establece. En el caso de Belén, ella entendió que además de la pasión que los latinos le inyectamos a cada proyecto, para tener éxito en este país con cualquier emprendimiento es también fundamental la planificación y el cumplimiento cabal de la lista de requisitos que exigen las autoridades.