“La participación de las mujeres es esencial para lograr el cambio, no sólo para las mujeres, sino para las sociedades”
Durante el mes de marzo, se conmemora a la mujer y su lucha ante la desigualdad de género. Cada día son más las mujeres que con mucho esfuerzo y dedicación alcanzan posiciones destacadas, venciendo los techos de cristal. De esta manera, estas mujeres empoderadas abren espacios de oportunidades para otras en el camino. Inka Mattila, nuestra entrevistada es una mujer acostumbrada a liderar equipos y actividades en función de apoyar iniciativas conjuntas con instituciones gubernamentales, la empresa privada y organizaciones civiles.
Ha dedicado una buena parte de su trayectoria profesional, de más de 18 años, a coordinar de manera interdisciplinar soluciones en múltiples contextos y sectores. Con miras a lograr el éxito de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), haciendo énfasis la igualdad de género y el desarrollo sostenible e inclusivo. Desde 2019, Mattila es Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en la República Dominicana, siendo el décimo país de residencia. Maneja perfectamente tres idiomas finlandés, español e inglés, además de conocimientos avanzados en sueco y alemán.
Inka Mattila, de nacionalidad finlandesa, estudió Economía, también posee un máster en Ciencias Sociales y Economía de la Universidad de Helsinki (Finlandia). Ha realizado una destacada labor en diferentes posiciones en Naciones Unidas como la coordinación del Área de Evaluación, en el Centro de Servicios Regionales del PNUD para América Latina; directora adjunta de PNUD en Bogotá, Colombia (2014-2019); oficial de programas en la oficina del PNUD en El Salvador y Belice. Otros cargos ocupados fueron de investigadora de la Unidad de Investigación para Estructuras Económicas y Crecimiento en la Universidad de Helsinki; asesora principal en Economía y Buen Gobierno en la Embajada de Finlandia para América Central.
La representante residente del (PNUD) en República Dominicana, Inka Mattila expresa que la pandemia del Covid-19 ha agregado nuevas dimensiones su trabajo y generado un aumento en todos los indicadores de desigualdad de género y pobreza extrema en el mundo. Desde el PNUD se evalúa el impacto en los diferentes escenarios, y además se pone en relevancia la importancia de Agenda 2030, como una guía aspiracional para el mundo.
La Organización de Naciones Unidas ha identificado unos aceleradores de la agenda 2030 ¿Cuáles son los aceleradores más importantes para RD?
Desde el PNUD como parte del Sistema de Naciones Unidas, apoyamos a los países a traducir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en planes de implementación y acciones concretas para transversalizar, acelerar y elaborar propuestas de políticas para la implementación de la Agenda 2030. A través de nuestras misiones de Transversalización, Aceleración y Asesoría de Políticas (MAPS por sus siglas en inglés), hemos ayudado a implementar este enfoque en todo el mundo, con misiones en más de 26 países para apoyar la implementación nacional de los ODS.
República Dominicana ha sido parte de este ejercicio global, de cuya evaluación se identificaron cinco aceleradores o áreas prioritarias: bajos niveles de pobreza multidimensional, competitividad y empleo decente, producción y consumo sostenible, poblaciones resilientes frente a cambio climático y otros riesgos, e institucionalidad del Estado sólida e incluyente, con la igualdad de género como un eje transversal en cada uno de estos aceleradores.
El contexto actual de la pandemia ha puesto en peligro los avances alcanzados hasta ahora. En el reporte global “Impacto del COVID-19 en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Persiguiendo los ODS en un mundo reformado por la COVID-19”, realizado por el PNUD y la Universidad de Denver, se evalúa el impacto de diferentes escenarios de recuperación de la COVID-19 en los ODS, y en el escenario más drástico se alerta que esta podría llevar a 207 millones de personas más a la pobreza extrema para 2030. Pero no tiene que ser así, la importancia de la Agenda 2030 como hoja de ruta aspiracional se ve ahora más que nunca.
En línea con los aceleradores identificados ya antes de la pandemia, estamos reafirmando que los esfuerzos para la recuperación socioeconómica deben poner la sostenibilidad e inclusión al centro de los esfuerzos, con énfasis en la protección del empleo, entendiendo que el epicentro de esta pandemia está en los mercados laborales.
En su opinión después de conocer la realidad en diferentes países ¿Cuáles son las problemáticas más apremiantes en las que deben trabajar los gobiernos de América Latina para alcanzar mayor paridad de género con miras a la Agenda 2030?
La Agenda 2030 estableció un objetivo para la Igualdad de Género (ODS 5), destacando la necesidad de abordar este tema de manera puntual, pero asimismo en los restantes 16 objetivos incluye metas e indicadores de género para enfrentar las desigualdades de género de manera transversal e integral, ya que sin igualdad no podremos lograr el desarrollo sostenible.
Por esta razón, entendemos que los problemas que afectan a las mujeres deben ser tratados de manera integral. La violencia de género, por ejemplo, ha afectado a 243 millones de mujeres y niñas entre 15-49 años en el último año, y en el país, el 35% de las mujeres en este mismo rango de edad han sido sometidas a violencia física o sexual. Otros temas graves que deben enfrentar los gobiernos, y en especial el de República Dominicana son las altas tasas de embarazo en adolescentes, ya que el país tiene la segunda tasa más alta de la región de mujeres entre 15 y 19 años que han tenido al menos un hijo.
A esto también se suma las desigualdades laborales, con una tasa global de participación para las mujeres de un 49% comparado a una tasa de un 76% para los hombres, así como una brecha salarial en la región de América Latina y el Caribe de un 23%. En cuanto a la autonomía económica, a nivel mundial las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres.
Por otra parte, la participación de las mujeres en la toma de decisión es muy baja, siendo la representación en los Congresos de América Latina de un 24%, lo que no permite tomar decisiones equilibradas para la sociedad en su conjunto.
La crisis actual causada a nivel mundial por la COVID-19 también presenta nuevos retos donde se han aumentado las desigualdades. En el caso de las mujeres ha representado retrocesos alarmantes. La violencia de género aumentó en la región en un 30%, las mujeres perdieron más empleos y emprendimientos que los hombres, y también han tenido un aumento en la sobre carga de los cuidados y el trabajo no remunerado.
Ante esta realidad, vemos la necesidad de avanzar esfuerzos integrales por una recuperación con una visión inclusiva de las mujeres y las poblaciones más vulnerables. Es importante entender que no es posible lograr desarrollo sostenible sin igualdad de género. Aunque está demostrado con evidencia rigurosa los beneficios de equidad de género a toda la sociedad en términos económicos y sociales, hay frenos en el ámbito cultural, legal, de incentivos, creencias, modelos mentales, narrativas sociales que impiden avanzar, y que deben ser tomados en cuenta en las estrategias de trabajo.
La desigualdad de género sigue siendo un reto en RD, ¿qué iniciativas buscan empoderar a las mujeres dominicanas?
La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son elementos fundamentales del mandato del PNUD. En ese sentido, contamos con una estrategia global y nacional para transversalizar esta temática en todas las áreas del desarrollo humano sostenible, con una gama de productos de conocimiento e iniciativas a disposición. Además, como parte de su compromiso con este principio, a nivel interno promovemos políticas e iniciativas para transversalizar el enfoque de igualdad en todas nuestras áreas de trabajo y fortalecer nuestras capacidades de respuesta en la materia.
En cada país, el PNUD apoya de acuerdo con las prioridades y necesidades nacionales. En República Dominicana impulsamos varias iniciativas con el gobierno, sociedad civil y sector privado en coordinación con otras agencias del Sistema de las Naciones Unidas, y realizamos estudios y análisis parar visualizar y conocer mejor los problemas de género. Una de estas iniciativas son los Sellos de Igualdad de Género, promovidos por el PNUD a nivel global, y en el país liderados e implementados por el Ministerio de la Mujer con nuestro apoyo. Estos sellos que se implementan en las empresas e instituciones públicas buscan generar cambios internos y externos en diferentes dimensiones para que sean más igualitarias e inclusivas. Funcionan además como aceleradores para el cumplimiento de la Agenda 2030 y reconocen los esfuerzos de las empresas e instituciones de Gobierno.
También trabajamos junto a organismos electorales, Congreso, sociedad civil, y el Ministerio de la Mujer para aumentar y mejorar la calidad de la participación política de las mujeres mediante formación, apoyo para eliminar barreras y asistencia técnica para marcos legales, análisis y acciones concretas.
Asimismo, desarrollamos iniciativa para promover la autonomía económica de las mujeres, lo que se hace necesario para la recuperación socioeconómica post pandemia. Estamos apoyando la recuperación de las mipymes de mujeres y la digitalización, y el desarrollo económico de las comunidades. La protección social es otro tema que trabajamos junto al gobierno y otras agencias del sistema de Naciones Unidas para que las mujeres sean beneficiadas, y se establezca un Piso de Protección Social y Género.
Los índices de feminicidio están aumentando en la región ¿qué iniciativas apoya el PNUD para crear conciencia sobre el respeto de la vida de las mujeres y niñas?
Actualmente, desarrollamos iniciativas para abordar la violencia de género desde la investigación, análisis y sensibilización con la sociedad civil, sector privado y gobierno. Ante desafíos de desarrollo tan complejos como es la violencia de género, ¡es esencial sumar todos los esfuerzos posibles!
Aportamos el enfoque de generación de datos a través del programa regional Infosegura, una iniciativa para la gestión de información que busca fortalecer las políticas públicas de seguridad ciudadana en América Central y la República Dominicana, y Spotlight, una iniciativa de la Unión Europea junto a UNFPA, ONU Mujeres y PNUD que desarrolla acciones y estudios regionales para acelerar la erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas para el 2030.
En el país, en el contexto de Infosegura estamos llevando a cabo una campaña para crear conciencia y apoyamos el fortalecimiento de los datos nacionales y la respuesta a través de las líneas de auxilio. También estamos casi culminando junto a la ONE, Ministerio de Interior y Policía y el Ministerio de la Mujer dos estudios, uno sobre la violencia en el ámbito social y comunitario y otro sobre el ámbito laboral. En el marco de la iniciativa Spotlight, apoyada a nivel regional por la Unión Europea, hemos sido seleccionados para llevar a cabo un piloto de integración de acciones para la eliminación de la violencia de género con las empresas, lo que ya hemos iniciado con tres empresas.
Según la visión del PNUD ¿Cómo podemos lograr sociedades productivas, resilientes e inclusivas, donde las mujeres tengan más oportunidades y asuman más cuotas de liderazgo?
En el PNUD, entendemos que la participación de las mujeres es esencial para lograr el cambio, no solo para las mujeres sino para las sociedades. Así queda constatado en la Agenda 2030, donde se señala la igualdad de género como un objetivo de desarrollo por sí solo, pero también como un componente crítico que toca todos los aspectos de esta Agenda. Es la base de uno de sus principios clave: el concepto de “no dejar a nadie atrás”.
Entendemos que este enfoque de transversalización y de asumir la igualdad de género como mucho más que un tema de las mujeres es la clave para lograr sociedades más productivas. Avanzar los derechos de las mujeres y niñas es avanzar los derechos y la igualdad para todas las personas.
La pandemia de COVID-19 también ha agregado nuevas dimensiones a nuestro trabajo y generado un aumento en todos los indicadores de desigualdad de género y hacia las mujeres. En respuesta, hemos desarrollado junto a ONUMujeres el Rastreador Global de Respuestas de Género a COVID-19, para identificar las medidas que combaten la violencia contra las mujeres y niñas, aseguran su protección social y que promueven su autonomía económica y su participación.
Al eliminar las barreras estructurales que socavan la igualdad de género y promover la participación de las mujeres en las decisiones que afectan sus vidas, es posible erradicar la pobreza y la desigualdad, construir resiliencia ante los desastres, el cambio climático y los conflictos e impulsar el desarrollo sostenible.
Las mujeres son un factor creciente de éxito en todas las áreas de las empresas en la actualidad, y usted ocupa Representante residente del PNUD en RD ¿Cree que su condición de género le supuso realizar un mayor esfuerzo en su trayectoria profesional, con respecto a un colega masculino?
Creo que todas las mujeres han tenido que dar “una milla extra” para llegar a posiciones de dirección y esto se debe a varios factores. Los datos son claros: aunque el nivel de formación de mujeres es más alto, su representación en altos cargos directivos sigue siendo reducida, y eso se ve en todos los países del mundo. En mi caso, estudié una carrera donde las mujeres eran gran minoría, éramos una mujer por cada 10 hombres, y uno de mis pasatiempos favoritos es el fútbol.
Los estereotipos sobre lo que pueden o no hacer las mujeres siguen presentes, y estos factores culturales y de normas sociales nos afectan como barreras invisibles. Como madre de dos niñas, especialmente en estos tiempos de confinamiento, combinar las responsabilidades laborales con labor de cuidado es retador. A la vez, siento una gran responsabilidad a nivel personal de dar el ejemplo de que llevar a cabo varios papeles como mujer es completamente posible, no tenemos, ni debemos quedarnos en “una caja” predeterminada, sino expandir las oportunidades. A mis hijas desde pequeñas les repito “tal cosa como cosas de chicas o chicos, no existe”.
Como institución, el Sistema de Naciones Unidas y el PNUD tienen un compromiso con avanzar los derechos de las mujeres, comenzando a lo interno de la organización, velando por la implementación de políticas para garantizar su participación equitativa en posiciones de toma de decisión y abogando por esta visión con los 193 Estados miembros. Bajo la dirección de António Guterres, en el 2018, la ONU logró la paridad de género en los niveles más altos de la administración.
Personalmente me enorgullecen mucho estos avances logrados en mi organización, es un ejemplo a seguir, demostrando que cuando existe la voluntad, es posible impulsar cambios rápidamente sin dejar a nadie atrás.