IV Edición: Recursos energéticos & mineros

El potencial de las fuentes renovables es suficiente para abastecer los requerimientos actuales y futuros a nivel nacional

Para la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (ANEIH), trabajar por y para la eficiencia energética significa contribuir con la reducción del consumo de energía a través de optimizar el sistema de instalación eléctrica en los equipos, iluminación y maquinarias de sus empresas asociadas. A partir de la promoción de tecnologías energéticamente más eficientes, ANEIH apunta a fuentes de energía renovable y alternativa para lograr reducir el uso de todo tipo de recursos (horas-hombre, tiempo, recursos naturales, materiales o insumos y energía (incluidos los combustibles y la electricidad).

En ese sentido, ANEIH ha optimizado la productividad de los factores, la evaluación técnica y la supervisión periódica de las maquinarias y equipos para mantenerlos en estado de operación adecuado. Con ello busca asegurar un mayor rendimiento y la difusión de una cultura productiva de uso racional de ahorro de energía entre sus asociados, con énfasis en los sistemas de certificación de su gestión.

“Para nosotros el factor humano, su formación permanente, y la implementación de las buenas prácticas de manufactura y el cumplimiento de normas técnicas de productos, son aspectos fundamentales para el logro de la eficiencia económica y energética. Es crucial el desarrollo de alianzas estratégicas con el sector público, junto a la más activa participación en sus programas y actividades enfocadas al logro de mayores niveles de eficiencia energética, tanto por el lado de la demanda como de la oferta de energía.” Apunta Leonel Castellanos, su presidente.

Desde el proceso de generación, transmisión y distribución ¿dónde se genera mayor dificultad para alcanzar verdaderamente una eficiencia energética? “Pienso que los tres subsectores hay que trabajarlos intensamente y de manera integrada. A pesar de los avances que se han logrado en la generación, con mejora y cambio en el tipo de combustible utilizado, instalaciones de nuevas centrales de energía no convencional y mejoras en las redes de transmisión, nos seguimos enfrentando al desafío que representan las deficiencias en el eslabón de la distribución. Las pérdidas promedio alcanzan 26%, y, en el caso en particular de Edeeste, estas se sitúan por encima del 34%, lo que se puede considerar como una situación verdaderamente crítica"

De acuerdo con el presidente de ANEIH, por el lado de la oferta (generación, transmisión y distribución) deben realizarse acciones de mejora planificadas y debidamente transparentadas. “Por ejemplo, las inversiones en la mejora de las infraestructuras de las redes eléctricas en transmisión y distribución, se plantean como una urgencia hace muchos. Aquí es fundamental la eliminación de los sobrecostos y la elección de productos de calidad garantizada.”

Continúa diciendo que, en el caso de la transmisión eléctrica, las pérdidas en este segmento del mercado están cercanas al 2-3%. “De aquí que las mejoras de eficiencia energética que se puedan ejecutar aparecen asociadas a la modernización de la infraestructura de transmisión existente, a fin de elevar los niveles de tensión y, de este modo, reducir las pérdidas técnicas.”

Para Castellanos, el segmento de distribución es el que afronta la mayor dificultad para lograr niveles aceptables de eficiencia energética, debido factores como las pérdidas técnicas por el deterioro progresivo de las redes de distribución, la energía suplida y no facturada por falta de medidores no instalados y el robo de energía por personas o negocios no registrados. “Si bien no es un aspecto de distribución, pero es parte de la comercialización, el esquema tarifario actual no incentiva la eficiencia energética porque no envía señales correctas a los clientes por la existencia de subsidios cruzados a la energía y la prevalencia de un enfoque incorrecto en la aplicación de tales subsidios.”

¿Cuál es su consideración respecto a las políticas públicas al sobre el uso de las distintas fuentes de energías en el país y cuál es el mayor obstáculo para lograr eficiencia energética? “Si bien no se cuenta con una política de Estado nacional en cuanto a las energías renovables, existen compromisos oficiales que promueven las fuentes renovables locales. Por ejemplo, nuestro encargo como país, a través de la COP 21, es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% al 2030, respecto a los niveles del año 2010. Sobra decir que esta meta se haya establecida en la Estrategia Nacional de Desarrollo.”

Explica que estas reducciones involucran la mayor utilización de fuentes renovables de energía para suplir los requerimientos energéticos nacionales. Además, han sido desarrollados 12 proyectos de generación con energía renovable, distribuidos en varias regiones del país, cuya potencia total se estima en 492.35 MW.

También considera importante señalar las concesiones definitivas vigentes (excluyendo las que están actualmente en operación), con una potencia estimada en 768.20 MW. “Son importantes para el tema que nos ocupa los incentivos previstos en la legislación vigente: Ley 57-07 y el Reglamento de Generación Distribuida. Estas normativas incentivan el aprovechamiento de las fuentes renovables y se espera que sigan contribuyendo con su despliegue a nivel nacional.”

Castellanos asegura que el camino está trazado para que el país pueda seguir aprovechando los recursos disponibles con el objetivo de lograr la seguridad energética: “Seguir apuntalando los avances, aprovechar las oportunidades y enfrentar con responsabilidad y elevado espíritu de concertación con los grupos de interés actuantes los desafíos existentes, seguramente redundará en un sector energético más confiable y económica, social y ambientalmente sostenible.”

Al referirse a las ventajas que ofrecen las energías renovables, destaca el aspecto ambiental, dado su impacto reducido frente a las fuentes convencionales. Los impactos que podríamos considerar adversos están asociados a ruta de aves, el sonido de las aspas (en el caso de la eólica), desvío de cauces de ríos (en el caso de las hidroeléctricas), sustitución de los cultivos tradicionales vinculados con la seguridad alimentaria por los llamados cultivos energéticos, entre otros. Sin embargo, el balance siempre es positivo cuando se mitigan estos impactos o se ubican los proyectos en los lugares o zonas en función de criterios técnicos, sociales, económicos y ambientales de elevada rigurosidad técnica.

También menciona los tiempos de construcción; la deslocalización de la producción en el uso de espacios diversificados para el aprovechamiento energético, dado que las centrales de generación representan mayores complejidades de infraestructura y mayores niveles de potencia y el abastecimiento de energía en lugares remotos o desconectados a la red (micro redes y generación distribuida), que permite a un número menor de usuarios abastecerse a partir del aprovechamiento de los recursos renovables.

“Nuestro país aprovecha (a gran escala) tres de sus cuatro recursos renovables principales: sol, viento, biomasa y agua. Se ha establecido mediante estudios que el país tiene el potencial de expandir su generación a partir de centrales hidroeléctricas (aproximadamente 1,500 MW en total); de la energía solar fotovoltaica (más de 50 GW) y de la eólica (más de 30 GW). Además, la disponibilidad de más de 475,000 hectáreas para recursos forestales de biomasa, en adición a las 14,000 TM/día de residuos sólidos urbanos.” Precisó.

El titular de ANEIH cree que en el país existe una diversidad de fuentes de energía renovable factibles de aprovechar. “El potencial de dichas fuentes es suficiente para abastecer los requerimientos actuales y futuros a nivel nacional.” - Sin embargo, no niega la existencia de limitaciones para que ello sea posible, empezando por el aspecto económico.- “Si bien el costo de inversión de las tecnologías asociadas al aprovechamiento de las fuentes renovables de energía se ha reducido dramáticamente en la última década, los subsidios a los hidrocarburos representan un reto para la viabilidad económica de los proyectos renovables. Se requiere de inversiones cuantiosas para el desarrollo de estos proyectos (aproximadamente 1.5-2 millones de dólares por cada MW instalado), y, además, enfrentamos los sobrecostes que los usuarios deben asumir para garantizar la continuidad del servicio eléctrico.”

También se refiere a las dificultades técnicas. “Ciertamente, existen limitaciones técnicas en el sistema energético actual, como la capacidad de las redes para evacuar la energía. En adición, la ubicación de las redes, no se encuentra necesariamente donde se cuenta con mayores potenciales, lo que amerita inversiones en infraestructura.”

No menos importante es el factor de variabilidad del recurso: “Tanto el recurso eólico como el solar e hídrico, tienen la limitación de que su disponibilidad es variable a lo largo de las horas del día. En este sentido, representan un reto para el operador y coordinador del sistema, tanto el CCE como el OC-SENI, las fluctuaciones de la intermitencia del recurso.”

Por último, figuran los requerimientos de respaldo vinculado a lo anterior. “Se requiere contar con dos tipos de sistemas de respaldo: a) almacenamiento de energía, para utilizar la energía almacenada en los momentos en que el recurso no está disponible, y b) instalación de centrales de generación térmica, pudiendo ser biomasa pero que, por su requerimiento de arranque instantáneo, se prefieren las centrales a partir de combustibles (diferentes del carbón) para ofrecer este servicio.”

¿Cuál papel jugó la ANEIH en la promoción de las mejores políticas y prácticas para acompañar al desarrollo de la nación en términos de eficiencia energética durante el 2019? “La eficiencia energética se ha convertido en uno de los ejes de trabajo de Aneih. Desde el 2015 se ha intensificado el interés de los miembros en el tema eléctrico y la eficiencia energética, por tratarse de una energía relativamente cara. Cabe destacar el Proyecto de Eficiencia Energética para PYMES de la Provincia Santo Domingo, que procura promover el desarrollo sostenible y la competitividad de los sectores industriales, mediante el uso eficiente de la energía en las empresas, contribuyendo a mejorar el impacto ambiental, la productividad y, en consecuencia, el buen desempeño y la rentabilidad.”

 

Al hablar en nombre de ANEIH, Castellanos corrobora que les corresponde como organización crear conciencia en el empresariado y en el público general, sobre la importancia de la eficiencia energética y la expansión del uso de las Energías Renovables en la República Dominicana. “Seguiremos apoyando la política en materia de cambio climático y energía del país para posibilitar una transición hacia un sector energético sostenible, con emisiones reducidas y de elevada eficiencia en su funcionamiento sistémico. Hoy podemos decir con satisfacción que desde ANEIH, la sensibilización de algunas empresas ha tenido como resultado el logro de mayores niveles de eficiencia energética en sus procesos y un manejo más razonable de sus sistemas de gestión de la energía.”

¿Existe una verdadera planificación de las operaciones del SENI para que no tomen desprevenidos a los sectores afectados por los apagones que programan las distribuidoras? “Desafortunadamente, una gran proporción de los apagones son programados por cuestiones financieras y algunos otros son programados para mantenimiento de las redes cuando no pueden ser realizados en caliente, o sencillamente no son programados por distintos factores, pero vinculados en gran medida a la calidad de las redes.”

Explica que los cortes se realizan de manera programada por parte de las distribuidoras, en función de los indicadores internos que optimizan la energía disponible para distribuir en donde los factores financieros juegan un papel crucial. “El reto es hacer sostenible el sector, reduciendo las pérdidas técnicas en transmisión y distribución, así como las vinculadas a la facturación real de la energía consumida por los usuarios y clientes de las distribuidoras.”

Considerando las acciones que vienen tomando tanto el sector privado como el sector público en el tema de la eficiencia energética ¿qué se espera para la matriz energética en este 2020? “La matriz energética nacional puede verse afectada por la eficiencia energética en la medida en que las acciones que procuren la reducción del consumo energético sean efectivas. Es decir, si se consume menos energía, para atender los mismos requerimientos anteriores (de confort, niveles de producción, etc.). En este sentido, las fuentes renovables de energía pueden incrementar su participación, ya que se despachan conforme a la disponibilidad del recurso, ocurriendo que otros combustibles más caros dejarían de ser gradualmente importantes.”

Añade que, atendiendo a los patrones de los años anteriores y, considerando los niveles de sequía esperados para este 2020; así como, la puesta en operación de algunos proyectos energéticos -caso de la entrada de la totalidad de capacidad de Punta Catalina e interconexión a gas natural de centrales existentes, más los nuevos proyectos de fuentes renovables-, el balance esperado en 2020 es que las energías renovables aporten (incluyendo hidroeléctricas) cerca del 15% del total de la energía, y que el carbón y gas natural suplan la mayoría de la energía restante. De este modo, la participación del fuel oíl debe reducirse.

¿Qué piensa del Pacto Eléctrico? ¿cuáles cree que fueron las razones por las que no se llevó a efecto su firma? “Nosotros somos respetuosos de la Visión País que es la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030. La END no está contenida en una resolución, es una ley, la 1-12 que ordena, entre otras cosas, reformar el sector eléctrico y el fiscal en un plazo determinado. Explica que, de conformidad con el Artículo 35 de esta norma que resume la dirección estratégica del país, en un plazo no mayor de un año debería arribarse a un acuerdo para reformar el sector eléctrico. “Más de ocho años han transcurrido y no tenemos un Pacto para la Reforma del Subsector Eléctrico. No fue por falta de gestión y de consensos porque tanto el Consejo Económico y Social (CES), como el Ministerio de Energía y Minas, hicieron un excelente trabajo, produciéndose un documento que contaba con el apoyo de los sectores más importantes de la vida nacional. Entendemos que el Pacto no fue firmado esencialmente por falta de voluntad política.”

Manifiesta que aún no es tarde y aunque los contenidos consensuados son una síntesis de paliativos y de directrices que pueden implementarse sin Pacto alguno, está convencido de que el principal distintivo de un Estado de Derecho funcional es el respeto de sus propias reglas de juego. “Un aspecto que se aborda en el documento, es el del marco institucional y el Pacto no firmado por lo menos marca pautas acertadas en este sentido.”

“No podemos seguir con los sobrecostos que suponen los solapamientos y las duplicidades de funciones; tampoco con una rectoría atribuida al Ministerio de Energía y Minas que de hecho sigue diseminada en varias instituciones de menor jerarquía, cuando sabemos que las políticas, estrategias y planes deben formularse y administrarse por este órgano rector. ¿Cómo alcanzar los objetivos de eficiencia energética con un marco institucional defectuoso en el que abundan jefes de diferentes instituciones que emiten diferentes o iguales señales de política sobre unos mismos temas?”