ANJE: Incorporando La Sostenibilidad en el ADN de la juventud empresarial dominicana

La Comisión de Desarrollo Sostenible de ANJE es un espacio participativo donde sus socios con interés y/o experiencia en la materia, se reúnen a discutir temas sensibles y promover iniciativas en materia de sostenibilidad en favor del mejoramiento económico, medioambiental y social del país, así como el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la agenda 2030.

“En ANJE se reciben expertos, se redactan posiciones en temas de interés nacional, se gestionan acuerdos y se trabajan proyectos con instituciones afines” explica Susana Martínez Nadal, primer vicepresidente de la junta directiva de ANJE y coordinadora de su Comisión de Desarrollo Sostenible.

Asimismo, ANJE coordina visitas a empresas con modelos de negocios sostenibles, y se fomenta la adopción de mejores prácticas dentro de las empresas de sus socios a través de talleres, tertulias y otras actividades de formación. Paralelamente, ANJE plantea convertirse en un gremio empresarial sostenible a través de la inserción de prácticas de sostenibilidad a lo interno de la organización.

Los esfuerzos hasta la fecha se han enfocado en promover contenidos en torno a tres ODS: (11) Ciudades y Comunidades Sostenibles; (12) Producción y Consumo Responsable; (16) Paz, Justicia e Instituciones Sólidas. “Esto no quiere decir que no se impacten otros objetivos a través del trabajo diario; a fin de cuentas, los ODS están muy relacionados entre sí”, precisa Martínez.

Algunas iniciativas en el marco de estos objetivos son dos estudios titulados “Reflejo de la Inseguridad Ciudadana en el Clima de Negocios”, publicados tanto en 2017 como recientemente en 2019; la organización de debates electorales, el seguimiento a los procesos de evaluación y selección de jueces de las altas cortes, y la sensibilización en temas claves para el desarrollo del país, entre otras actividades.

Martínez asegura que ANJE ha jugado un rol relevante en la mejora de la educación dominicana, y recuerda que en el año 2009 se presentó la campaña “Edúcate, Súmate y Aporta”, que sentó las bases para el movimiento social por un 4% para la educación.

¿Qué tipos de empresarios requiere el país en esta cultura corporativa orientada al cumplimiento de los ODS?

“En su discurso de juramentación, el actual presidente de ANJE, Radhamés Martínez, afirmaba que, si queremos un país con una visión 2030, necesitamos un Empresariado 2030, uno que no se quede de brazos cruzados ante las problemáticas nacionales, que trabaje de manera cohesionada, proactiva y colabore en la búsqueda de soluciones y en la focalización de políticas públicas favorables”. Martínez asegura que en el país ya existen programas interesantes de encadenamiento productivo que apuestan a la transferencia de tecnología y conocimiento, de las empresas grandes, a las micro y pequeñas empresas que forman parte de su cadena de suplidores.

¿Cómo se puede impulsar desde la empresa el desarrollo de las habilidades de los jóvenes?

“Desarrollar programas de captación y capacitación de talento, incluyendo los que fomentan el primer empleo” nos comenta. También destacó el rol de los supervisores para incluir la mentoría, abrir canales de comunicación directa que fomenten la confianza, y con ella, la innovación. Otros ámbitos se relacionan a la transformación digital, sus implicaciones y retos.

¿Qué se puede hacer para fomentar el espíritu emprendedor de los jóvenes dominicanos?

“Una educación de calidad para todos es un elemento básico. Invertir en el desarrollo del ecosistema de emprendimiento dominicano, facilitando el acceso a financiamiento, tanto en la etapa inicial como para el escalamiento, es clave, así como también fomentar el intra-emprendimiento, lo que implica el desarrollo de una cultura organizacional que fomente la innovación en las empresas. En consonancia, debemos reclamar que las políticas públicas promuevan el emprendimiento”.

Martínez enfatiza que la principal tarea del sector empresarial es entender el impacto que tiene su empresa en el medioambiente y la sociedad, y ve indispensable que el liderazgo de la empresa asuma públicamente su compromiso con la Agenda 2030, permeando de forma descendente a cada uno de los colaboradores de sus empresas. “Los estándares internacionales existentes destacan como el siguiente paso, realizar un proceso de debida diligencia que se basa en identificar los riesgos e impactos posibles que tiene la empresa en el medioambiente y los derechos humanos, para luego, tomar las medidas de mitigación y remediación necesarias”.

Agrega que es fundamental que la empresa conozca cuáles son los ODS que más relación tienen con su negocio, y esto dependerá del sector en que cada quien opera, el tamaño de la empresa, los recursos naturales que sustentan su operación, entre otros factores. Una vez tenga estas informaciones, las medidas que tome deben integrarse en las operaciones de la empresa y abarcar toda la estructura empresarial.

La Coordinadora del Comité de Sostenibilidad de ANJE indica que la responsabilidad sobre el desarrollo sostenible en el país es compartida entre el Estado y el sector privado, “mientras que el sector público es el principal responsable de garantizar el desarrollo sostenible del país y de cumplir con los compromisos que ha asumido internacional y localmente, es necesario que el sector privado le acompañe en calidad de aliado estratégico en el proceso”.

“ANJE considera como un desafío que el país no tenga un marco legal común alineado a los estándares internacionales que facilite el diagnóstico, la medición, el reporte de impactos y las medidas de mitigación en materia de sostenibilidad.Y apunta al tema comentando que, cualquier empresa que decida no tomar en cuenta los intereses de la sociedad reflejados en esta agenda, eventualmente comenzará a perder tanto su licencia social como su licencia legal para operar.”

 

Cualquier empresa que decida no tomar en cuenta los intereses de la sociedad reflejados en esta agenda, eventualmente comenzará a perder tanto su licencia social como su licencia legal para operar.

Por ello, Martínez recomienda hacer el ejercicio de identificar las necesidades de la comunidad en la que se opera, así como las formas en que el negocio pudiera impactarlas de forma positiva, a través del desarrollo de nuevos servicios y productos, la adecuación de los ya existentes, o la implementación de proyectos sociales de impacto. “Una comunidad segura y sostenible es también una garantía para el desarrollo de la propia empresa”, puntualizó para cerrar.