IV Edición: Recursos energéticos & mineros

El fracaso, lo más común en el camino hacia el éxito

El fracaso, lo más común en el camino hacia el éxito

 

Por Astalicia Rosario   

 

¿Alguna vez te quedaste paralizado, cambiaste de planes o modificaste tu conducta por temor a fracasar? Si la respuesta es positiva, no pienses que eres el único, ese miedo es más normal de lo que parece, hoy te invitamos a descubrir cómo dominarlo, evitando que frene tu llegada a la meta.    

 

 

Astalicia Rosario

Certified coach, trainer and speaker


Así es, es a lo que más tememos en este trayecto. Le tememos tanto al fracaso que muchas veces dejamos de hacer las cosas que nos llevarán a conseguir nuestros más grandes anhelos.  Este temor nos separa inevitablemente de nuestro éxito, nos detiene y lo más terrible de todo: creemos que lo podemos evitar.

Los pequeños fracasos que experimentamos en el trayecto de cumplir nuestras metas están llenos de aprendizajes. La diferencia entre una persona exitosa y otra que no lo es, es la experiencia que sacan de las aparentes derrotas y la capacidad de manejarlas. Por ésta razón, aunque es un gran reto, si dejas que se aniden en tu corazón, pueden arruinarte mentalmente.

Lo que muchos no saben al momento de empezar el trayecto a cumplir sus sueños, es que el fracaso es mucho más común que el éxito. La clave está en entrenarnos para la batalla y evitar que nos debilite, nos desaliente y lo más peligroso, que nos paralice.


Es muy importante que cuando te enfrentes a tus propios fracasos no seas duro en juzgarte, sino que aprendas a analizarte para mejorar. No dejes que tu conversación se vuelva pesimista porque puede crearte culpabilidad y te verás envuelto en un ciclo del que es muy difícil salir una vez está arraigado en ti. No puedes permitir que estos pensamientos te controlen y que dejes de asumir riesgos. Visualiza la derrota como una oportunidad de aprender y aprovéchala.

Para que puedas sacar la mejor de las experiencias del fracaso, los errores y las pérdidas, debes tener un espíritu humilde, analizarte a partir de ti, no en comparación con los demás. Hazle frente a tu realidad y úsala para crear un verdadero sustento para tu crecimiento. Asume la responsabilidad de dejar todo aquello que no puedes controlar ya que en el camino que llevas, lo más importante es en lo que te estás convirtiendo, por eso, tu mayor enfoque debe centrarse en esa dirección.

Abraza la esperanza, ella será siempre tu mayor motivación para aprender de tus pérdidas, para seguir avanzando y estar mejor, hacer uso de ella marcará una gran diferencia en tu vida. Date el permiso de equivocarte, de cometer errores, de perdonarte, ve tras la excelencia no de la perfección.
 

A principios del año 2015 sufrí un accidente muscular que me inmovilizó por casi 4 meses, de los cuales tres los pasé acostada permanentemente en mi cama. Esto detuvo mis planes, proyectos, y toda una agenda de trabajo que ya había planificado para ese primer trimestre del año.  Esos primeros días fueron difíciles, veía que todos mis planes se venían abajo, que me detenía (me mantengo en movimiento todo el tiempo), que me volvía improductiva, que no podía valerme por mi misma, fue una verdadera adversidad.

 

Luego de los primeros 10 días cambié mi manera de pensar y me preguntaba: ¿Qué puedo sacar de esto? ¿Para qué Dios me detuvo? ¿Qué quiere que haga yo aquí?. Cuando hice esto todo comenzó a cambiar. Fueron los 4 meses más aprovechables de toda mi vida. Dediqué ese tiempo para mi desarrollo personal: Tracé un verdadero plan de crecimiento, leí todos los libros que pude. Miré cosas en mi vida que por la prisa en que vivía no veía, retomé proyectos guardados, detenidos y lo más importante, tuve el tiempo de mirarme por dentro y saber qué realmente quería, fue una gran oportunidad de auto descubrimiento.  Y es ahí, en esa cama que nace este hermoso proyecto de llevar el mensaje del liderazgo a todas partes, me capacité, me entrené, me certifiqué y saqué a la luz mi proyecto de entrenar en finanzas personales.

 

La verdadera tragedia de la vida es cuando sufrimos y no aprendemos la lección. Dice la famosa Oprah Winfrey "Convierte tus heridas en sabiduría". Esos pequeños fracasos nos abren puertas si aprendemos de ellos, es una transición positiva, cambia tu modo de pensar para que el aprendizaje sea posible, recuerda siempre que lo que cuenta no es cómo comienzas, sino cómo terminas.

 

 (El fracaso, lo más común en el camino hacia el éxito)

El fracaso, lo más común en el camino hacia el éxito