Rodrigo, un líder con más de 15 años de experiencia en la gestión de proyectos complejos, ha encontrado su pasión en liderar proyectos tecnológicos y equipos de alto rendimiento. Su formación en Ingeniería Civil Informática y su especialización en el sector bancario le proporcionaron un conocimiento sólido en tecnología y gestión de proyectos. A lo largo de su carrera, ha liderado transformaciones hacia la agilidad en grandes clientes, enfrentando retos como la resistencia al cambio y la comprensión de la agilidad. Rodrigo comparte su visión sobre la importancia de la adaptabilidad y la creación de equipos excepcionales, donde destaca la comunicación abierta y la valorización de los logros. Su liderazgo se basa en un equilibrio entre la gestión técnica y la empatía hacia su equipo, priorizando el aprendizaje continuo para enfrentar los desafíos cambiantes de la tecnología en la gestión de proyectos.

¿Qué aspectos de su formación en Ingeniería Civil Informática y su especialización en el sector bancario considera que han sido fundamentales para su éxito como líder en proyectos tecnológicos y equipos de trabajo?

Creo que el haber estudiado Ingeniería Civil Informática me ha sido fundamental para desempeñarme en el área de tecnología, dado que me entregó el conocimiento base tanto de Tecnología y Sistemas de Información, como de Gestión y Liderazgo de Proyectos Tecnológicos; lo cual me ha permitido comunicarme en el mismo lenguaje que mis equipos técnicos y entender las limitaciones y posibilidades que surgen a lo largo de un proyecto, así como entender las necesidades y problemáticas de las organizaciones para traducirlas a soluciones satisfactorias hacia ellos.

Durante mi carrera me he desempeñado en variadas industrias, siendo una de ellas la banca, la cual es una industria muy desafiante, siendo altamente innovadora y competitiva, y a la vez fuertemente regulada.

Como líder de proyectos y equipos tecnológicos en el sector bancario me he tenido que preparar y adaptar para relacionarme y liderar equipos de alto desempeño, los que se encuentran constantemente bajo presión, con altas exigencias de rendimiento, por lo que deben desarrollar una fuerte ética de trabajo y orientación al cumplimiento de objetivo. 

Los conocimientos y experiencias que he adquirido en la industria bancaria los he aplicado en otras industrias y contextos, proporcionándome una base sólida para incrementar mi éxito en el liderazgo de equipos de proyectos tecnológicos.

La adaptabilidad ha sido crucial para liderar proyectos y equipos en diferentes industrias, cada sector e incluso cada cliente tiene sus propios desafíos y oportunidades, y lo que puede funcionar en uno puede no funcionar en otro.  Para adaptarme con éxito, primero busco entender sus principales problemáticas y el contexto de negocio en el cual están envueltos, asimismo la cultura organizacional es clave para liderar proyectos y equipos.  Una organización con una cultura algo más tradicional, estructurada por funciones, es muy distinta a una organización “proyectizada” o estructurada para el desarrollo de productos digitales siendo “productivizada”.

Una vez que entiendo lo anterior, aplico mis conocimientos y experiencias previas para idear estrategias y modelos operativos de gestión de proyectos para idear soluciones que estén personalizadas a la realidad de cada entorno empresarial, y cliente. 

No obstante, y en base a mi experiencia, he descubierto ciertos factores que son comunes a las distintos entornos y clientes, siendo el más importante las personas: 
construir relaciones sólidas, fomentar la comunicación abierta y promover un entorno de respeto y colaboración, y de seguridad sicológica que permita el equivocarse con el objetivo de mejorar permanentemente, pero a la vez entregando desafíos alcanzables que permitan al equipo la superación constante, es clave para el éxito de los proyectos; el liderazgo de los equipos de proyecto los construyo  considerando como pilares estos aspectos.

 

La experiencia que adquirí al inicio de mi carrera asumiendo roles técnicos, me ha proporcionado una perspectiva holística que beneficia enormemente mi enfoque de liderazgo y toma de decisiones, dado que entiendo los detalles de la implementación de proyectos, lo cual me permite comprender mejor los retos y necesidades de mi equipo, y así tomar decisiones informadas. En mi experiencia como líder, he aprendido a ver el panorama general y a entender cómo cada proyecto y decisión se alinea con la estrategia y los objetivos más amplios de la organización.

En mis doce años de experiencia en Deloitte, he tenido la oportunidad de liderar proyectos de todo tipo de complejidades, así como equipos de menor y gran tamaño altamente capacitados. Fomentar una cultura de excelencia y alto rendimiento requiere varias estrategias. La primera es la transparencia, creo firmemente en compartir los objetivos, expectativas y resultados de manera abierta y clara, con el objetivo de que exista el mayor alineamiento posible en miras al logro de las metas del proyecto. En segundo lugar, es importante empoderar a los miembros del equipo dándoles la autoridad y autonomía para tomar decisiones en su ámbito, así como resolver problemas que les surjan. Y por último, pero no menos importante, es crucial reconocer y celebrar los logros, lo que incluye no sólo los grandes éxitos, sino también las pequeñas victorias que ocurren a diario.

Liderar una transformación hacia la agilidad en cualquier tipo de organización o área siempre será un desafío y una oportunidad emocionante, que implica muchos y variados retos. En mi experiencia, uno de los mayores obstáculos siempre será la resistencia al cambio; a menudo las personas se sienten cómodas con las formas existentes de hacer las cosas, las que siempre han realizado, por lo que se encuentran en su zona de confort, y ven cualquier cambio como una amenaza. Otro obstáculo común es la falta de comprensión de lo que realmente significa ser ágil, lo que provoca incertidumbre sobre el éxito no sólo del Journey hacia la agilidad, sino del impacto negativo que podría traer a la organización. Para superar estos desafíos, es esencial ser paciente y proporcionar formación y apoyo continuo, mostrar a los equipos y a la alta dirección los beneficios prácticos de la agilidad, como la mejora de la productividad, la satisfacción del cliente, la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios, y como consecuencia el lograr con mayor probabilidad el logro de objetivos organizacionales.

En base a mi experiencia, el liderazgo tiene un papel fundamental y de impacto directo en la creación de equipos excepcionales o de alto rendimiento. No se debe confundir el ser jefe, quien dirige en base a su autoridad, con el ser un líder, quien guía a través de la inspiración y colaboración. En un entorno de cambio tecnológico constante, el líder debe ser capaz de fomentar una cultura de aprendizaje continuo, así como de innovación y adaptabilidad, siendo un facilitador que ayuda a su equipo a superar obstáculos, un entrenador que fomenta el desarrollo personal y profesional de sus miembros, y un modelo a seguir que inspira a través de su comportamiento y actitud. El líder debe querer ser un líder y estar consciente del esfuerzo y compromiso que este rol trae consigo, y muchas veces dejar de lado el ego para que otros liderazgos situacionales ocurran.

La gestión de talento es un factor clave en el éxito empresarial. ¿Cuáles son las habilidades y competencias que considera más importantes al construir y desarrollar equipos de alto rendimiento?

Existen varias habilidades y competencias que considero vitales para construir y desarrollar equipos de alto rendimiento, para las cuales se debe crear un entorno donde estas habilidades puedan ser desarrolladas y potenciadas. Me gusta agrupar estas habilidades en dos grandes grupos: habilidades técnicas y habilidades no técnicas. Las habilidades técnicas dependen del rol específico, pero en general valoro la capacidad de aprender rápidamente, la curiosidad y la creatividad en este sentido, lo cual le permitirá a los equipos la resolución de problemas técnicos de manera acelerada. Entre las habilidades no técnicas, entre otras destaco la inteligencia emocional, la comunicación efectiva, la capacidad de adaptarse al cambio, la resolución de problemas, y la colaboración; lo que le permite a los equipos interactuar y comunicarse de manera efectiva.

Mi consejo es que no tengan miedo de explorar y experimentar, dado que es a través de la exploración y el aprendizaje que podemos descubrir lo que realmente nos motiva y cómo podemos aportar valor. También es importante recordar que el liderazgo no es sólo acerca de uno mismo, sino también acerca de las personas que lideramos. Por lo tanto, debemos buscar formas de utilizar nuestras habilidades y pasiones para inspirar y apoyar a nuestro equipo. Asimismo, aún cuando parezca egoísta, deben priorizar su desarrollo por sobre todas las cosas, incluso por sobre sus equipos, con el objetivo de mejorar constantemente como líderes y así sus equipos se vean beneficiados. Básicamente es apuntar a la mejora continua en el desarrollo de cada uno.

Creo que un líder debe equilibrar y asegurar ambos aspectos en los equipos, la gestión técnica y la empatía. En el lado técnico, me aseguro de que estamos cumpliendo con los objetivos y entregando el mayor valor posible con resultados de calidad; sin embargo, no debemos olvidar que los proyectos son llevados a cabo por personas, no por máquinas (al menos hasta ahora, pero veamos cómo evoluciona la IA); por lo tanto, es crucial entender las necesidades, emociones y perspectivas de cada miembro del equipo, incluyendo las mías dado que también soy parte del equipo. Creo que si cada miembro del equipo se siente valorado y escuchado, proporcionando apoyo y orientación cuando se necesite, el equipo logrará los niveles de desempeño esperados.

Mantenerse al día no sólo con las tendencias y desarrollos en tecnología, sino también con las metodologías y el liderazgo en la gestión de proyectos complejos es un desafío constante; para hacerlo, dedico bastante tiempo a actualizar mis conocimientos mediante la asistencia a cursos, conferencias y seminarios, así como el uso de plataformas de e-learning para mantenerme actualizado. Creo que siempre hay algo nuevo que aprender, no importa cuánta experiencia tengamos. También fomento una cultura de aprendizaje dentro de mis equipos, porque todos tenemos algo que aprender y enseñar.

La historia de Rodrigo nos enseña que el liderazgo efectivo es una combinación de habilidades técnicas y empatía humana. Su pasión por liderar proyectos tecnológicos y equipos de alto rendimiento, así como su capacidad para adaptarse a entornos diversos, son inspiradores. La resiliencia en la transformación ágil y su enfoque en la excelencia y la celebración de logros destacan en su camino. Su consejo a líderes emergentes sobre encontrar propósito y priorizar el desarrollo personal y profesional resalta la importancia de crecer juntos. En esta era de constante cambio tecnológico, Rodrigo nos recuerda que el líder que valora tanto el lado técnico como el humano, y se mantiene siempre aprendiendo, es el líder que conduce hacia el éxito en la gestión de proyectos.