Cambiando Vidas y Empresas: El Trayecto de Talento y Tecnología

Sebastian Almeida, Delivery Manager y Emprendedor Social, comparte su experiencia de más de 14 años liderando proyectos en diversas industrias, desde la petrolera hasta la financiera y tecnológica. Fundador de la Fundación Quinde, Almeida relata su apasionante viaje al transformar su organización en una EdTech, brindando educación de calidad a niños en situaciones vulnerables. A través de asociaciones internacionales, ha llevado la educación STEM a zonas rurales en Ecuador. Al abordar la transformación digital y el liderazgo en equipos globales, Almeida destaca la importancia de la comunicación, la mentalidad ágil y el enfoque en el factor humano en la gestión del talento.

"Un líder con propósito es alguien que ya entendió que empoderar e inspirar a su equipo son conceptos fundamentales detrás del éxito de todo tipo de proyectos." - Sebastian Almeida


¿Cómo ha sido su experiencia liderando proyectos en diferentes industrias como la petrolera, de salud, marketing, retail, financiera, y tecnología?

A lo largo de estos años, el estar al frente de equipos multi funcionales y multiculturales, ha sido sin duda uno de los retos más desafiantes no sólo a nivel profesional, sino personal también. 
Cada industria tiene sus particularidades. Si hay algo que caracteriza a todos los proyectos en los que he estado involucrado es que, al final, todo se trata de personas. 
Aunque he estado involucrado en proyectos a nivel nacional e internacional, siento que los retos inherentes se deben más al hecho de mantener una comunicación transparente y directa con tu equipo y, en realidad, con todos los actores involucrados.
Ahora más con el hecho de poder trabajar remotamente, conlleva otro nivel de gestión por parte de quienes estamos liderando equipos de trabajo.
 
 
¿Qué lo motivó a crear la Fundación Quinde® y cómo ha sido su experiencia trabajando con niños y jóvenes en situaciones vulnerables en el Ecuador?

Esta sí es una larga historia. La motivación detrás de Fundación Quinde® se la debo realmente a mi hermano, Paúl. Él es el visionario detrás de crear esta organización sin fines de lucro en 2015.

Para ese entonces, ambos habíamos tenido diferentes experiencias de voluntariado en orfanatos y ancianatos, pero fue él que nos motivó y dijo que era momento de hacer algo más por cuenta propia. Recuerdo que apenas tenía 8 años cuando tuve la oportunidad de viajar fuera de la ciudad solamente con mi hermano Paúl (él tenía 11 en ese momento). Estuvimos en diferentes zonas y pueblitos del Oriente del país. Se pueden imaginar el panorama. Familias muy humildes sobreviviendo. Niños viviendo en escasez, pero siempre con una sonrisa en su rostro. Y nosotros, por supuesto, dos niños más jugando y divirtiéndonos con ellos. Para mí este fue un antes y un después en mi forma de ver el mundo. Abrir los ojos y darte cuenta de que vives en una situación “de privilegio”. Es muy duro pensar que han pasado más de 20 años de esa experiencia, y hay sitios en Ecuador que todavía están en una situación semejante.

Creamos Fundación Quinde® con la visión de dos jóvenes (menores de 30 años por aquel tiempo) y decidimos enfocarnos en niños y jóvenes que viven en situaciones vulnerables. Al principio, tuvimos que armarnos de mucho valor y empatía para escuchar las historias de niños huérfanos, con padres en la cárcel, o con padres con problemas de drogas y demás. Parecía que caía una montaña encima de nosotros. 

Recuerdo que me preguntaba: y ahora, ¿qué hacemos? Éramos mi hermano y yo, frente al mundo (porque en esa época no teníamos todavía ni voluntarios). Sin temor a equivocarme puedo decir que la ayuda que recibimos de parte de nuestros partners y voluntarios ha sido lo que nos ha mantenido a flote hasta hoy.
 
¿Cómo ha sido su experiencia asociándose con STEM Education Coalition y otros partners para crear un programa educativo de calidad para niños en zonas rurales del Ecuador?

Al crear la Fundación, queríamos ofrecer un programa integral para estos niños que sobreviven con lo poco que tienen. En nuestras investigaciones y proceso de aprendizaje mientras nacía la Fundación (mi hermano es psicopedagogo), empezamos a conocer personas y organizaciones que se enfocaban bastante en Educación para niños.

Recuerdo que ya en ese entonces escuchábamos del acrónimo STEM en educación y decidimos profundizar nuestros conocimientos. Fue ahí que aprendimos realmente y nos involucramos con la organización STEM Education Coalition en EEUU donde se dedican a investigar y mejorar la metodología STEM. Fue algo increíble cuando nos aceptaron y hasta publicaron nuestro logo en su sitio web (como Fundación literalmente éramos unos bebés). Este fue un boost para seguir buscando partners en la creación de un programa integral para niños en situaciones vulnerables.
Sabíamos que la educación es un pilar fundamental en su desarrollo, pero debe ir de la mano con ayuda nutricional y psicológica. 

Una de las preguntas que nos hacíamos en ese momento era ¿Pueden aprovechar nuestros niños de este programa educativo si ni siquiera tienen asegurada sus tres comidas al día? Para mí es un orgullo ver en estos años como la Fundación ha madurado tanto al punto de tener una iniciativa llamada “Mini Chefs” donde los niños aprenden entre muchas otras cosas, a cocinar y entender el valor nutricional de sus comidas. 

¿Cómo ha sido su transición de trabajar en metodologías y procesos tradicionales hacia el agilismo y mentalidad lean?
 
No puedo decir que haya sido un cambio de 0 a 1. Siento que hay muchas empresas a las que todavía les cuesta entender el marco de trabajo del agilismo.

Cuando daba los primeros pasos y aprendía acerca de los términos “Ágil”, “Lean”, etc., fue muy notorio que para los directores y gerentes esto significaba “hacer las cosas más rápido y con menos costos”. Obviamente en la práctica esto no es así.
Fue sumamente frustrante vivir esa experiencia donde los resultados previstos no llegaban al creer que implementar buenas prácticas y procesos ágiles eran la solución a todos los problemas. 
En mi opinión, la innovación no debe estar ligada a lo digital (exclusivamente). Si las empresas creen que toda innovación y transformación está ligada en la creación de nuevos productos tecnológicos, entonces no han aprendido mucho.

Esas primeras experiencias fueron fundamentales para tener una base en cómo apoyar a empresas durante esta transición. Esa frustración inicial y los aprendizajes a partir de decisiones mal ejecutadas son tan importantes ahora, porque con mis equipos podemos analizar situaciones con un punto de vista diferente y evitar caer en errores del pasado.

Un framework que considero un must para ayudar a las empresas a navegar con esta ambigüedad y resistencia al cambio, es Lean Change Management. En mi experiencia, sugiero que sea utilizado como una para levantar procesos iterativos, recibir y utilizar el feedback de forma eficiente para promover el cambio trasversal en la organización.
 
Imagen
 
¿Qué desafíos ha enfrentado al dirigir equipos de alto impacto en diferentes partes del mundo y cómo los ha superado?

Leemos en todas partes acerca de mantener a tu equipo motivado, inspirado. La verdad es que no existe una receta para lograr esto fácilmente. 
Como líder he enfrentado diversas situaciones complejas como lidiar con equipos desmotivados, sin una organización clara, stakeholders reacios al cambio, entre muchas otras.
Para mí, el reto se encuentra en abrir canales de comunicación claros y transparentes con todas las partes involucradas dentro de un proyecto. Tener estos canales no garantiza el éxito, pero al menos has ganado un buen terreno de por medio.
Vivimos ahora en un entorno donde el trabajo remoto llegó para quedarse. Así fue como me involucré en un proyecto con Fundación Quinde®, por dar un ejemplo, donde lideraba un mega equipo a nivel global.

Liderar proyectos donde cada miembro de tu equipo se encuentra en un país y una zona horaria diferente es algo que años atrás hubiese sido algo impensable.
En estos escenarios es vital tener bien claros esos canales que el equipo utilizará para estar siempre sincronizados, evitar demoras y tomar decisiones en la marcha.
Nunca hay que dejar atrás el factor humano de nuestros equipos y para eso me fue muy útil empezar a utilizar herramientas colaborativas donde todas las “voces” sean escuchadas. También hago énfasis en herramientas de team building virtuales que sirven para cerrar esa brecha que nos presenta el trabajo remoto hoy en día.
 
¿Cuál es su visión sobre la transformación digital y cómo cree que está impactando a las empresas medianas y pequeñas?

En mi experiencia la Transformación Digital en las empresas es posible siempre que venga acompañada con un proceso interno de análisis y cambio, no sólo en procesos y estructuras, pero también en la mentalidad de las personas (haciendo énfasis a que todos los cambios empiezan por los directivos).

Usualmente me he enfrentado a la situación donde empezar un proceso de Transformación Digital, en una empresa mediana o grande, fue el resultado de un problema crítico en resultados o pérdida de competitividad en el mercado, entre otras. 

Esa falta de apertura y de conocimiento está costando muchísimo a las empresas en el país. Tenemos un camino muy largo por recorrer en Ecuador para fomentar la conformación de unidades o equipos dentro de las organizaciones que sean lo suficientemente autónomos para liderar un proceso de cambio y transformación de forma transversal.  
 
 
¿Cómo cree que la gestión del talento está cambiando en esta era de transformación digital?
Es un tema muy interesante y relevante para todos quienes estamos involucrados en dirección de proyectos. Hoy en día con la facilidad del trabajo remoto, la competencia por encontrar el mejor talento se ha intensificado.

Es parte de nuestra responsabilidad como líderes, el tener un acercamiento y entendimiento real de nuestras personas dentro de un equipo de tal forma que sepamos sus motivaciones, sus frustraciones, sus metas profesionales y personales también. Todo esto con la finalidad de buscar mecanismos eficientes de retención y crecimiento para dichas personas.
En estos años he visto personas rechazar ofertas con mayor remuneración debido simplemente al ambiente laboral de la empresa ofertante. Hoy en día el salario no es el único factor para que alguien decida dejar una empresa. Y es ahí donde radica el reto de mejorar esta gestión de talento de una forma más humana y, por ende, más eficiente.
 
¿Cuál es su papel como Delivery Manager del Área de Transformación Digital en una empresa financiera prestigiosa del Ecuador?

Actualmente estoy liderando el desarrollo de varios productos en nuestro portfolio. Tenemos como meta seguir siendo la mejor pasarela de pagos del país y uno de los pilares para conseguirlo es llevar a producción estos productos que van a estar dedicados a nuevos segmentos del mercado. 
Mi rol es de dirección y gestión de dichos proyectos. A breve rasgos tenemos 5 equipos regionales más otros dos in-house trabajando en el desarrollo de estas soluciones.
Es todo un reto para ser honesto, pero me encanta que en apenas dos meses después de mi llegada, hemos alcanzado un nivel de sinergia increíble. Además, la energía y predisposición de cada uno de los miembros de nuestros equipos es asombrosa.
 
 
¿Qué consejos le daría a los líderes empresariales para liderar con propósito y crear equipos de trabajo excepcionales en esta era de transformación digital?

El primero sin duda sería detenerse un momento a pensar si su estilo de liderazgo está generando un impacto positivo en sus equipos. No es lo mismo tener el respeto de tu equipo versus tener a todos bajo tu mando. Ganarse el respeto de los demás en un entorno profesional no es algo que aprendes y logras de un día para el otro.
Hay una serie de prácticas y herramientas llamada “Management 3.0” que puede servir con un buen punto de partida para esos líderes en formación que están inmersos en transformación digital e innovación.
Estas prácticas ayudan a entender que el éxito (y fracaso) de los equipos es una responsabilidad grupal. Un líder con propósito es alguien que ya entendió que empoderar e inspirar a su equipo son conceptos fundamentales detrás del éxito de todo tipo de proyectos.

¿Cuáles son algunos resultados en cifras que pueda compartir con nosotros sobre su trabajo en transformación digital?
Empezaré con el proyecto de Fundación Quinde® y su nueva plataforma educativa llamada Quinde Labs. Este proyecto involucró a más de 20 personas en un equipo remoto con representantes de todos los continentes (excluyendo por supuesto a la Antártida).
Hoy Quinde Labs tiene una valoración de USD 200K es la primera plataforma educativa creada por una organización sin fines de lucro en toda la región.
A lo largo de mi carrera he visto implementaciones millonarias de ERPs con un ROI del 0%, así como he participado en proyectos donde una inversión en desarrollo e innovación de USD 5-10 millones trajo como resultado levantar un growth equity funding de más de USD 175 millones.
Al final los resultados están atados a la estrategia y ejecución de esta en torno a Transformación Digital. 

En un mundo impulsado por la transformación digital, la historia de Sebastian Almeida resuena como un faro de inspiración. Su trayectoria abarca desde la gestión de proyectos en diversas industrias hasta la creación de una fundación educativa transformadora. A través de colaboraciones globales y el empoderamiento de equipos, ha trascendido barreras geográficas y culturales. La pasión que lo llevó a Fundación Quinde® y su visión compartida con STEM Education Coalition para educar y nutrir a niños vulnerables encarna la esencia del liderazgo con propósito. Almeida destaca la importancia de la comunicación, la empatía y el desarrollo humano en un mundo cada vez más digital. Su camino nos recuerda que, en la encrucijada entre el talento y la tecnología, el liderazgo humano es el verdadero motor del cambio.