IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Con nuestros actos provocamos ruptura de patrones, generando transformaciones en lo personal y laboral

Las bases para impulsar el liderazgo femenino se deben sustentar en no caer en el feminismo radical, reconociendo las valiosas aportaciones tanto de hombres como mujeres.

En agosto del año 2021, María Sama, maestra en mercadotecnia, locutora y experta en relaciones públicas, lanzó la primera temporada de su programa de TV que se conformó de 10 capítulos. Entre autos y viajes con su toque especial Sama se atrevió a incursionar en un contexto generalmente acaparado por los hombres, y lo hizo exitosamente compartiendo lo que se vive al viajar con las celebridades, así como resaltando lugares y destinos interesantes de la República Mexicana. Esa primera temporada se transmitió por Mexico Travel Channel.

“Una mujer líder para mí es aquella que se atreve a luchar por su sueños, que no se conforma con lo que la vida le va presentando en su camino, sino realmente se reta a sí misma y se atreve a luchar por lo que sueña para ella en su vida, quizá pudiera sonar muy filosófico, pero para mí una mujer líder es aquella que a pesar del miedo que pueda tener se atreve a poner su empresa,  a decir cuando algo no le parece, no se queda en un matrimonio en donde no es feliz y en un trabajo solo por el sueldo si está sufriendo malos tratos, humillaciones o si su trabajo no está siendo valorado”. Reflexiona Sama.

Para octubre del 2022 Sama estrenó la segunda temporada de su exitoso programa, en esta ocasión transmitido por Heraldo TV, demostrando que con esfuerzo y liderazgo las metas soñadas son posibles. “El liderazgo femenino tiene un efecto transformador porque contagiamos con nuestros actos a las mujeres con las que coincidimos en nuestra oficina, nuestras colaboradoras, nuestra familia, nuestro entorno en general, impactamos con nuestros actos también a nuestros hijos provocando así, la ruptura de patrones y generando transformaciones en lo personal y en lo laboral”, enfatiza.

La también relacionista pública considera que las bases para impulsar el liderazgo femenino se deben sustentar en no caer en el feminismo radical, reconociendo las valiosas aportaciones tanto de hombres como mujeres. “Debemos comenzar en casa, asumiendo que en casa se trabaja en pareja, que ambos deben de aportar, trabajar, construir, educar y criar a los hijos (en caso de tenerlos) de esta manera, la responsabilidad es equitativa, no se recarga en lo monetario en el hombre y la crianza en la mujer, esto permite una libertad igualitaria de salir a trabajar, aportar, generar dinero, ser felices, tener igualdad de oportunidades en todo momento”, concluye.