Para Susana Gautreau, vicepresidenta ejecutiva de CAMIPE, cuando la figura femenina se erige sobre la medianía y accede a altas posiciones en empresas o instituciones, con su solo arribo va deconstruyendo prejuicios y derribando estereotipos de que son posiciones masculinas.

“Pero, un liderazgo femenino realmente transformar requiere ejercer su vocación con compromiso social y enfoque de cambiar. Debe haber una apuesta y una estrategia decida a transformar a los liderados”, asegura Gautreau.

También, destaca que para lograr la equidad debe prevalecer su filosofía de “apuesta de la mujer por la mujer”, la cual consiste en que las féminas destacadas, prominentes, con fuerza y poder deben privilegiar a sus congéneres capaces, concediéndole oportunidades y facilitando su promoción, con real espíritu de solidaridad, fraternidad y colaboración.

“Ser líder es mucho más que conquistar una posición señera, esto puede ser un logro personal, ser líder va más allá. No puede ser individualista, puede fomentar la competencia, pero nunca la rivalidad”, y añade que el liderazgo se revela.

Gautreau señala que el liderazgo se alimenta de acciones, conductas y realizaciones. “Primero debes lograr destacarte en un sector y luego lograr la trayectoria y los éxitos que permitan la autoridad, el reconocimiento, y luego viene la determinación y el compromiso de construir y gestionar oportunidades para las mujeres”.